BCCCAP00000000000000000000272
46 S alvador R os y C alaf Parece indudable también que los siete obispos apostólicos se repartieron la Bética, que de no haber venido ninguno a la región que hoy llamamos provin- cia de Cádiz, los más próximos a estas tierras habrían sido San Cecilio y San Eufrasio; y San Geroncio Obispo de Itálica o Sevilla si fue contemporáneo de los Apostólicos, cosa bastante incierta por más que se diga y admita que florecía en tiempos de los Apóstoles. No parece verosímil que todos se alejaran tanto de estas tierras. Admitido que el Carteya de este litoral fue la sede episcopal de San Esiquio, el reparto de la Bética entre los siete obispos parece más razonable. Véase el mapa y fíjese en los nombres de sus ciudades episcopales. Si la Iglesia de Cádiz se llama Apostólica, como las de Granada, Almería y Guadix es porque se considera, y con razón, sucesora de Carteya que, arruina- da por las luchas entre visigodos y bizantinos, la sede episcopal fue trasladada a Asidonia, sea la actual Medina Sidonia, sea Jerez de la Frontera, donde hubo obispo hasta el siglo XI que fue cuando desapareció. Reconquistada Cádiz por Alfonso el Sabio fijó allí la sede episcopal. Ha ido de Carteya a Cádiz, pasando por Asidonia, pero es la misma porque está en el mismo territorio. En los pueblos del Estrecho, sobre todo en Tarifa y San Roque, tienen bas- tante devoción a San Esiquio o San Isio, como le llaman por contracción; y nos parece que hizo muy bien el Venerable P. Félix 96 , Obispo de Cádiz, de pía y gloriosa memoria, en construir una capilla en Puente Mayorga dedicada a San Esiquio, en recuerdo de haber tenido allí su sede episcopal. Tradición por tradición tenemos por mejor fundada, y preferimos la de este país a la de Cazorla. 96.- Se refiere al obispo Félix María Arriete, que gobernó la diócesis de Cádiz entre 1863 y 1879. Según leemos en la prensa, fue suya la iniciativa, pero la bendición corrió a cargo del Obispo de Antinoe, Juan Bautista Scandella, Vicario Apostólico de Gibraltar, teniendo lugar el 2 de marzo de 1874. La Epoca, Madrid, 10 de marzo de 1874, nº 7819, p. 1.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz