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44 S alvador R os y C alaf España Transfretana que desmembrada de la Bética, la constituyó en provincia distinta, dándole Tánger por capital I . Lo mismo hizo en el África romana. Dividida también en seis provincias: la Proconsular, su capital Cartago; Bizacena, su capital Bizancio; la Tripolitana, su capital Trípoli; la Numidiense, su capital la antigua Ruscurium o Rusicada que algunos opinan ser Argel; la Mauritania Cesariense, su capital Julia Cesárea, que según algunos es la actual Túnez, y la Mauritania Sitifense, su capital Sitife que arruinada por los terremotos en tiempos de San Agustín y la invasión de los vándalos, nada se sabe de ella. Consultemos ahora la historia eclesiástica. En tiempo del emperador romano Severo Pertinax, hacia fines del siglo II de nuestra era, florecía en Cartago un sacerdote de gran saber, gran orador y escritor, y antes había sido abogado famoso entre los jurisconsultos romanos; hecho cristiano y ordenado de presbítero fue una de las más grandes lumbreras de la Iglesia católica; llamábase Tertuliano. En un libro contra los judíos 93 , hablando de los progresos de la fe cristiana dentro y fuera del imperio romano dice así: “La profesan muchas tribus Gétulas (pueblos de África) se halla extendida en muchas regiones de la Mauritania; en toda las de las Españas; en varias de las Galias; hasta en las Islas Británicas etc., etc.” (cap. 7). No ignoraba Tertuliano que la Tingitana, aunque africana geográficamente considerada, se reputaba española bajo el punto de vista civil y administrativo, y si, según él en todas las regiones hispanas, y en muchas de la Mauritania, florecía la religión cristiana, no es razonable dudar de la existencia del cristia- nismo en la España transfretana o tingitana. ¿Cuándo y quienes predicaron la fe en estas tierras? Es un hecho cierto que S. Pedro y S. Pablo enviaron a España siete Obispos que habían sido discípulos de Santiago para que continuaran la propaganda cristiana iniciada por el mis- mo Santiago y proseguido por S. Pablo. Estos siete Obispos llamados: Torcuato, Tesifonte, Segundo, Indalecio, Cecilio, Esiquio 94 y Eufrasio, trabajaron en la pro- vincia Bética, que era la región española donde no habían estado ni Santiago ni S. Pablo. Estos siete obispos fueron sepultados en sus ciudades episcopales 95 : 93.- TERTULIANO, Adversus Iudaeos. 94.- Hoy en día lo encontramos mencionado como San Hiscio. 95.- Vid. RINCÓN GARCÍA, Wifredo. “Los varones apostólicos, evangelizadores de España. Tradición, culto e iconografía en su dispersión geográfica hispana” en Memoria Ecclesiae XXVIII, Oviedo 2006, pp. 743-784.
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