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38 S alvador R os y C alaf Nadie debe extrañarse no conste con certeza, cuándo ni quiénes fundaron Ceuta; esto mismo sucede a otras muchas y famosas ciudades. “Las más veces, dice S. Isidoro de Sevilla, en sus Etimologías , (cap. I, lib. 15) es incierto quien fue el fundador de las ciudades; ni aún el origen de la misma Roma se conoce con certeza. Salustio opina que lo debe a los troyanos y a los aborígenes. Virgilio lo atribuye al rey Evandro, otros lo adjudican a Rómulo. Si tal es la incertidumbre que reina en orden al origen de una ciudad tan célebre e ilustre como Roma, no debemos admirarnos sea igualmente incierto el origen de otras ciudades menos famosas que la capital del imperio romano. Por lo tan- to ni a los historiadores, ni a los comentadores debemos acusar de ignorantes por sus diversas opiniones sobre el origen de las ciudades: la misma antigüe- dad es causa de error.”