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36 S alvador R os y C alaf Atestigua San Isidoro de Sevilla 81 que en su tiempo Cesarea era una ciudad muy floreciente. La región que hoy día llamamos Argelia comprende las que antiguamente se llamaban Cesariense, Sitifense, Numidiense y Cartaginense ; la que llamamos Túnez la antigua Bizacena y la que llamamos Trípoli la antigua Tripolitana y la Cirenaica . Los límites de la Tingitana designados por San Isidoro de Sevilla son los si- guientes: por el Mediodía o Sur las tribus Gaulalas hasta el Océano Hespérico, esto es, frente a Canarias; por el Occidente el Atlántico; por el Norte el Estrecho de Cádiz; por el Oriente el río llamado Malvam por los antiguos. ¿Qué río es ese? ¿El Martín o el Muluya? Difícil es decidirlo. Como San Isidoro aproxima los siete Montes Hermanos, esto es, la Almina, con el río Malvam parece que en su sentir el río Malvam es el que llamamos Martín o Guadaljamara; pero Luis Moreri en su Gran Diccionario 82 , edición de 1740 cuenta a Melilla dentro de la Tingitana, y dice que su antiguo nombre fue Risadirum y que tuvo sede episco- pal. Si esto es así, el límite oriental de la Tingitana es el río Muluya, y esta parece ser la opinión que hoy día siguen los franceses que quieren extender las fronte- ras occidentales de Argelia hasta el Muluya, y la semejanza del nombre favorece a esta opinión. Luis Moreri cuenta también Marrakés, Isen, Larache y Rabat en la Tingitana lo cual concuerda con San Isidoro de Sevilla, quien a su vez siguió a Paulo Orosio, Plinio, Pomponio Melo y Tolomeo, geógrafos romanos. Sentados estos preliminares vamos a ocuparnos de Ceuta: En cuanto a su origen, ni la arqueología, ni la epigrafía, ni la historia, ni la tradición nos suministran datos ciertos. Puede ser que algún día nos los den y, entonces, la verdad ocupará el lugar que hoy ocupan las opiniones. Parece in- dudable que no debe su origen a la raza bereber, raza primitiva, y por lo mismo indígena de todas las regiones de Berbería. Esta raza subsiste hoy día en toda esta gran región africana con su fisonomía física y moral propia y peculiar, a pesar de la multitud de razas que sucesivamente han invadido la Berbería y fijado en ella su asiento, como los fenicios, griegos, romanos, vándalos y árabes y nada hay en los bereberes actuales que nos incline a creer que sus mayores fundaron ciudades ni en el interior, ni en el litoral de su país: su vida es la de aduar y la de tribu, vida puramente campestre, montaraz y semisalvaje. 81.- SEVILLA, San Isidoro de. Etymologiae, t. XIV. 82.- MORERI, Luis. El gran Diccionario histórico o Miscelánea curiosa de la Historia sagrada y profana, trad. Del francés, con amplíssimas Adicciones... relativas a las coronas de España y Portugal. Por D. Joseph Miravel y Casadevante. En París, a costa de los libreros privilegiados, y en León de Francia, de los hermanos De Tournes, libreros MDCCLIII , 10 vols. Esta es la edición española más conocida, siendo la primera francesa de 1674.

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