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314 S alvador R os y C alaf 30º Don José de la Cuesta y Velarde, colegial mayor y canónigo de la catedral de Murcia. Este prelado promovió la devoción del rosario y reunió la herman- dad de este título en la ciudad en la cofradía que está en la parroquia de los Remedios, fundada por los religiosos de santo Domingo y para su dirección vi- nieron dos religiosos de dicha orden a hacer misión en esta Plaza. Frecuentaba su ilustrísima diariamente el confesionario en la iglesia de san Francisco, predi- caba todos los domingos del año por las tardes y acompañaba al rosario que sa- lía todos los domingos primero de mes de dicha parroquia de los Remedios ha- ciendo que a la retirada se predicase una plática para aumento de la devoción del santo rosario. Trabajó incesantemente por el bien de las almas, edificando a todos con su ejemplo. Hizo diversas veces confirmaciones en distintas iglesias y otras en secreto en la capilla del palacio episcopal y en las casas particulares a toda clase de personas donde sin reparo alguno acudía con mucho gusto y agrado siempre que le avisaban de que algún cristiano se hallaba en peligro de la vida y no había recibido los sacramentos. Estableció conferencias morales que presidía en la capilla real del hospital, obligando a todos los eclesiásticos a asistir a ellas. Dispuso que los eclesiásticos dieran misiones a los desterrados en sus cuarteles. Fue promovido al obispado de Sigüenza donde a poco de ha- berse posesionado de aquella silla murió repentinamente estando de rodillas haciendo oración, como lo hallaron sus familiares, permaneciendo en aquella devota postura hasta que le removieron para enterrarle, en 1758. 31º Don Antonio Gómez de la Torre, colegial mayor de san Ildefonso de Alcalá, canónigo de la catedral de Sigüenza y de la metropolitana de Granada en donde fue promovido para esta silla en 1761. Este ilustrísimo señor fue de muy recomendables prendas y muy limosnero pues a más de las limosnas dia- rias remediaba a muchos pobres vergonzantes socorriendo a sus urgencias a los unos con dinero y a los otros con ropas como la necesidad lo exigía. Hizo varios reparos en las iglesias catedral y de los Remedios. Mandó hacer un ce- menterio a las espaldas de la sacristía de esta iglesia, reparó la ermita del Valle, bendijo la nueva y, ampliada la de san Juan de Dios, que fue concluida en su tiempo, hizo a sus expensas un retablo al santo de dicha capilla y fue promovi- do al obispado de Jaén en 1770. 32º Don José Rivero y Quijano, inquisidor más antiguo de la de Sevilla, fue electo obispo de esta ciudad en 1770, siendo ya de avanzada edad y achacoso, habiendo obtenido las competentes bulas, mandó con ellas, y a más, dando poderes, con su secretario al señor deán para que en su nombre tomara pose- sión, lo que ejecutó en 17 de mayo del mismo año, y estando disponiendo su consagración en Sevilla falleció antes de estar consagrado, en el mes de enero de 1771.

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