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280 S alvador R os y C alaf ba frente a la batería de S. Pedro, llamada vulgarmente de Salvas 459 . No parece arriesgado darle tanta antigüedad como la cofradía de su nombre, y es cierto que existía en 1697. Así consta por escritura de venta de 40 varas de terreno otorgada en dicha fecha por D. Pedro Alburquerque y doña María de Chaves a favor de D. Manuel Pinto Montero y doña Francisca Coella. Según las cuentas de fábrica de 1744 a 1745, con motivo de la peste bubónica se trasladó procesionalmente el Santísimo Sacramento desde Nuestra Señora de los Remedios a la ermita de S. Pedro, donde estuvo diez meses, y se gastaron 53 libras de cera que importaron 410 reales. Y en la procesión general que se hizo para volver a los Remedios se gastaron en Ceuta 589 reales. Esta procesión tuvo lugar terminada la peste bubónica, y asistieron a ella todas las autorida- des, clero secular y regular y mucha gente; era entonces obispo de Ceuta D. Miguel de Aguiar 460 . No hemos encontrado noticias posteriores a 1745 que se refieran a la ermita de S. Pedro Apóstol. Hubo también una ermita llamada de la Veracruz y que debía estar en el barrio de S. Simón en los terrenos del Pintor, porque a ella se iba por la calle que hoy día se llama vulgarmente de la Botica, y oficialmente de la Libertad, la misma que se llamó de la Veeduría y de la Veracruz: por eso suponemos estaba en las inmediaciones del actual chalet del Sr. D. Enrique García 461 . Existía ya en 1639, y en ella tuvo lugar un suceso que causó gran sensación en esta Plaza 462 . Unos carabos morunos desembarcaron en Fuente Caballos, ro- baron un crucifijo de la ermita de la Vera Cruz, se lo llevaron a Tetuán, y lo co- locaron sobre el peso, donde vendían el pescado. En cuanto se tuvo noticia de estos hechos se trató de rescatar el crucifijo, pero las gestiones no daban el resul- tado apetecido. Entonces se apeló a un recurso algo raro, y produjo buen efecto. Vivía en Ceuta un morisco llamado Diego Salado, y autorizado por el gober- nador fue al cementerio de los mahometanos donde tomó unos huesos y una calavera. Se hizo correr la voz de que eran de un marabut que los moros, por tradición, creían que estaba enterrado en las inmediaciones del Serrallo donde se practicó un simulacro de profanación de sepultura, a fin de dar más fuerza 459.- Realmente, y como dice CORREA, op.cit., p. 303, estaba en la Rampa de Abastos, dando cara a la plaza de la Maestranza, aunque en un plano un tanto inferior. Perdió su uso quedando como almacenes de Intendencia. 460.- La sede estaba vacante, pues Miguel de Aguiar y Padilla falleció el 11 de febrero de 1743. 461.- La Calle de la Veeduría o Botica daba acceso al barrio de la Cigarra y al Pajar, lo que unido a haber sido la ermita capilla del primer Hospital Real, lleva a Ros a identificarla como cercana a la actual calle General Serrano Orive. 462.- CORREA, op.cit. p. 230.
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