BCCCAP00000000000000000000272
236 S alvador R os y C alaf Caballeros, cubiertos de vistosas armaduras y riquísimas armas, a oír la prime- ra misa en el recinto consagrado. A los bélicos acentos de innumerables trompe- tas y atabales y algunas chirimías, esperaban al soberano a la puerta del templo gran número de sacerdotes revestidos con preciosos ornamentos... Terminada la misa y las ceremonias religiosas, los Infantes recibieron el es- paldarazo de la invencible, real y paterna mano. Efectuado, el Rey les dio un es- trecho abrazo, sellándose el contento recíproco con dulces y cariñosas lágrimas. Mandó el Rey a sus hijos que saliesen a dispensar igual merced a los valien- tes que con tanta ansia lo esperaban…” Esta fiesta se celebró no en una mezquita de segundo orden, sino en la ma- yor, en la principal, y es lógico que así fuera, y así era en todos los casos análo- gos; hasta por decoro de los mismos vencedores. Ahora bien ¿dónde estaba la mezquita mayor? ¿Cuál era? No allí, no aquella que ha sido reemplazada por la iglesia de Ntra. Sra. del Valle, sino aquí donde está la catedral, la mezquita que ocupaba el lugar donde se levanta ahora la catedral 382 . Por esto dudamos que sea verdaderamente tradición la que atribuye estos honores a una mezquita de segundo orden, o vacilamos en admitirla por su sola autoridad en este punto concreto. Por más que se haga y se diga, no hay razón para negar estos honores a la mezquita principal, no la hay para suponer que los vencedores celebrarán sus victorias en un lugar secundario pudiéndolo hacer en el principal, y podían puestos que ya estaban posesionados de la Ciudad. No dudamos que hubo una mezquita en el lugar donde está ahora Ntra. Sra. del Valle, pero no hemos encontrado datos ciertos referentes a ella, anteriores al siglo decimoctavo 383 . Durante la peste bubónica que azotó Ceuta desde junio de 1743 a septiembre de 1744 fue hospital de mujeres, una especie de lazareto. El Ilmo. Sr. D. Martín de Barcia y la Junta de Obras Pías mandada formar por Felipe V para la inversión de los 348.886 reales que remitió, con el objeto de remediar las calamidades causadas por la epidemia, restauraron la iglesia y ampliaron las habitaciones inmediatas. El Ilmo. Sr. D. Antonio Gómez de la Torre, nombrado para esta Sede episco- pal en 1761 y promovido a la de Jaén en 1770, se reparó con fondos de la fábrica de la catedral, pues no había otra. 382.- Las fuentes portuguesa confirman la intuición de Ros y Calaf. 383.- SILVA MARQUES, Joao Martins da, Descobrimentos Portugueses , Lisboa. 1944, Suplemento del vol. I. (1057-1460), pp. 518 y ss., aporta un documento de donación fechado el 26 de marzo de 1442 en el que se cita un terreno junto a Santa María del Valle , lo que apunta a una muy tempra- na utilización de la mezquita de entrada como ermita. Agradecemos el conocimiento de la cita al investigador ceutí Fernando Villatoro Iglesias.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz