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22 S alvador R os y C alaf llegan a la Santa Sede y fray Cayetano es acusado de ser uno de los cabecillas de la misma. De nuevo, el enfrentamiento con sus antiguos compañeros desba- ratan sus planes. Así cuenta Alberto de Galaroza 43 los acontecimientos que se sucedieron a continuación: A comienzos de 1893 es trasladado de nuevo al convento de Sanlúcar. Allí recibe un oficio del P. General, fechado el 9 de mayo, conminándolo a salir de España en el plazo de veinticuatro horas bajo pena de suspensión “a divinis”. No resignándose al destierro, el P. Cayetano escribe al procurador General diciendo que prefiere salir de la Orden antes que sufrir el destierro por unos crímenes que ignora, de los cuales jamás nadie le ha corregido ni dado opción a defen- derse (Sanlúcar, 25 de julio de 1893: copia autógrafa conservada en el Archivo Provincial.) A esta carta no obtiene respuesta. Pero, con fecha 1º de agosto del mismo año, recibe otra del Visitador General, P. Calasanz de Llevaneras, invi- tándole a obedecer y cumplir el destierro, entre otras cosas (Original, en el mis- mo Archivo). Finalmente, con fecha del 22 de agosto, la Sagrada Congregación expide rescripto de secularización perpetua del P. Cayetano de Igualada. Lo que no explica Galaroza sí que lo deja claro en su Historia de la restauración el propio fray Cayetano, al transcribir un documento de junio de 1893 dirigido a la Santa Sede en el que se exponía lo ocurrido durante los últimos años en la orden, así como algunos de los desmanes atribuidos a los hermanos Llevaneras e incluso acusaciones de conducta inapropiada de ambos. La exposición, que se hizo pública e incluso llegó a la imprenta, se atribuyó a fray Cayetano de Igualada y a fray Bernabé de Astorga, lo que el primero negaba, aunque recono- cía tener un texto preparado con el mismo fin, que nunca llegó a salir de su cajón. La salida del convento de Sanlúcar de Barrameda se produce el 24 de sep- tiembre de 1893 y en ella no iba solo. Con él iba fray Bernabé de Astorga, funda- mental en la vuelta de los capuchinos a España, pero cuyos méritos no fueron tenidos en cuenta ante las acusaciones de autoría de la referida exposición. Es más, su petición al Procurador General de 17 de agosto de 1893 pidiendo la secularización por dos años vino contestada el 22 de agosto con un indulto de secularización en virtud del cual deberá vivir fuera del claustro y despojado del hábito para toda la vida , según los documentos estudiados por frayAlberto de Galaroza. Terminaba así lo que algún historiador contemporáneo 44 ha denominado… …els conflictes interminables que van sorgir entre eldarrer comissari apostòlic i primer ministre provincial, P. Joaquim M. de Llavaneres, i els pares Bernabé de Astorga i Cayetano de Igualada. 43.- GALAROZA, op.cit., p. 476. 44.- BENÍTEZ, Josep. M. “Historiografia caputxina catalana recent”, en Manuscrits 20, 2002, p. 130.