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198 S alvador R os y C alaf Por desgracia, en octubre del mismo año 1900, en cuanto llovió con fuerza aparecieron recalos en diferentes partes de la bóveda, después se agrietó en varias direcciones, se agrietaron también por los ángulos los muros este y oes- te: con perseverantes gastos y vigilancia se ha logrado mantenerla en pie; pero en noviembre de 1905 se formó un andamio para reconocerla bien, y hecho el reconocimiento por un maestro de obras, y por el arquitecto diocesano, ha re- sultado, según parecer de ambos, que la bóveda está herida de muerte por no haber fraguado bien los materiales, y también por su mala construcción. Desde dicha fecha todo movimiento en los muros y en la bóveda parece haber cesado totalmente, porque en estos dos últimos inviernos no ha habido ningún recalo. En 1899, con arreglo al plano previamente aprobado por los Cabildos mu- nicipal y catedral, se construyó por cuenta de aquel la casa que ofreció edificar en justa compensación de la que éste cedió para que fuese derribada y pudiera alinearse la calle O’Donnell, según lo requería el ornato público. Con arreglo al mismo plano, y por la misma causa, el Ayuntamiento cerró con verja y puerta de hierro la parte Este del patio de la puerta de S. Cristóbal. Estas obras en las que el Municipio ha gastado a más de los materiales 4.136 pesetas 13 céntimos han hermoseado en gran manera la calle y los alrededores de la Catedral, ha- ciendo desaparecer las ruinas y basureros que antes le daban un aspecto repug- nante por lo miserable, sucio y asqueroso. En el mismo año 1899 se derribaron las habitaciones que servían para mora- da del sacristán y para la fábrica y se reconstruyeron de nueva planta desde los cimientos para que llenaran bien su objeto. Con este mismo fin se hizo nuevo el techo de la habitación situada junto a la puerta de S. Cristóbal. En estas obras tan necesarias y útiles gastaron 2.509 pesetas 30 céntimos del fondo de cape- llanías y en 1904 se restauró todo el anillo del pozo del patio de S. Cristóbal, y se construyó su brocal en la forma en que hoy está para seguridad del agua y de su limpieza atendiendo más a esta necesidad, por ser la principal, más que a la elegancia, todo esto con los fondos de capellanías. De esta procedencia se han gastado en las diversas obras de la catedral, desde 1897 hasta 1907, más de 12.000 pesetas. No podemos terminar este capítulo sin hablar de la importante adquisición que hizo esta catedral en 1904. Gracias a la iniciativa de Dª Francisca Cervera, esposa del Sr. Subintendente D. Luis Muñoz, con objetos recogidos de toda cla- se de personas se hizo una rifa, y con su producto se compró una hermosa ima- gen de cartón madera, de tamaño natural que representaba a Jesucristo en el sepulcro, y una urna de plata Meneses con sus candelabros y hermosas caídas de terciopelo morado para la procesión del Santo Entierro el Viernes Santo 333 . 333.- Esta imagen y su urna fueron remplazadas pero las conserva la Hermandad.

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