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193 Historia eclesiástica y civil de la célebre ciudad de Ceuta por tierra hasta Tarifa 332: total 13.365. Nada se dice del crucifijo, cuando se habla de crucifijo no se habla de candeleros. En cambio cuando se habla de la compra de seis candeleros se menciona la hermosa bandeja de plata hecha en Sevilla y comprada por el mismo Deán Acosta en 1.457 reales. Las cuentas del Sr. Acosta fueron aprobadas por el Ilmo. Sr. Velunza, quien reprobó esos gastos excesivos, atendidas las circunstancias del tiempo en que se hicieron, diciendo que la catedral de Ceuta no podía ostentar el lujo de la metropolitana de Sevilla. El Sr. Deán Acosta trajo también de Sevilla cuatro cetros, y costaron 4.252 reales sin portes. Estos cetros, los candeleros y la bandeja que acaba de hacerse mérito son probablemente las mismas alhajas que aún existen 326 . Una de las joyas más necesarias y que más honran a una catedral es una buena custodia. Por las cuentas de 1758 consta que entonces se mejoró nota- blemente la que ya existía. Por dorarla de fino, aumentarle dos nudos de plata, guarnecerla de piedras y esmeraldas, colocar en ella ocho ángeles de plata con los atributos del Santísimo Sacramento y 16 serafines se pagaron al platero de Algeciras, Joaquín Martel 3.259 reales 327 . Otra adquisición de las más valiosas hizo la catedral en 1758: el precioso tem- plete de plata que aún existe y luce en la procesión del Santísimo Sacramento. Fue hecho en Sevilla por el platero Juan Bautista Zuloaga, y por la plata que suplió , hechura y otros gastos menores se le pagaron 16.198 reales, y el importe total fue 32.992 reales sin contar la conducción de Sevilla a Ceuta. Los cuatro frontales de las andas importaron más de 2.142 reales, y el armario para guardar el templete 607 reales. En 1761 se perfeccionó el templete colocándole algunos remates y otros adornos cuyo coste no está asignado: sólo se hace constar que la plata necesaria para dichas piezas se proporcionó utilizando una lámpara. En 1759 se hizo un nuevo monumento para la catedral: no están consigna- dos los detalles por los cuales podríamos tener alguna idea de su forma y buen gusto, pero en las cuentas de fábrica se afirma que costó 7.413 reales, y por esta cantidad se puede calcular que era un monumento bastante bueno. La acción del tiempo causó deterioros que paralizaron la prosecución de las mejoras y obligó a emplear considerables sumas en reparaciones de obras ya terminadas. En 1759 se invirtieron 1.742 reales en la recomposición de los lienzos que re- presentan la institución del Primado de S. Pedro, S. Alfonso, Santa Magdalena, Concepción, Ánimas y restauración de S. Cristóbal 328 . 326.- Tanto los candeleros como los cetros y la bandeja se conservan entre los enseres de la Catedral. 327.- GÓMEZ BARCELÓ, José Luis. “Orfebrería en los templos de la diócesis septense”, Homenaje a Dionisio Ortiz Juárez, Córdoba 1991, pp. 87-96. 328.- De ellos se conservan el de la institución del Primado S. Pedro y SantaMaríaMagdalena. San Cristóbal era un fresco, que abrazaba la puerta de su nombre, y que fue destruido en la reforma del templo.

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