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185 Historia eclesiástica y civil de la célebre ciudad de Ceuta los Remedios y otros edificios? Para hospital de sangre podía haberse hecho un edificio provisional hacia el Valle donde no alcanzaban los tiros del enemigo. Mas si esto no era posible, el dinero, en vez de gastarlo en obras que corrían tanto peligro como la catedral debía haberse acumulado. Si los moros vencían todo estaba perdido menos el metálico. Si nosotros triunfábamos, después de la victoria, tiempo había para proseguir las obras de la catedral. A ella debería ha- ber sido trasladada la imagen de Ntra. Sra. de África, con lo cual habría tenido mucho más culto y la catedral más concurrencia. Pero si esto no quería hacerse, y sí conservarla en el santuario, éste nunca debía ser mayor que lo que fue en tiempo de los portugueses, Felipe V y Carlos II; un templo como el del Valle. No nos parece que en este punto concreto tuvieran buen criterio los Ilmos. Sres. Vidal, Marín y Velunza. Lo dicho no es todo lo que pasó mientras las obras de la catedral estuvieron paralizadas. Se construyó también entonces la iglesia auxiliar de Ntra. Sra. de los Remedios, y según parece fue igualmente con los fondos destinados a la ca- tedral. De esto no he encontrado testimonio explicito, salvo el importe del terre- no comprado por el Cabildo, según se dirá más adelante. Pero como no hemos encontrado vestigios de que el Rey consignara fondos especiales para construir la nueva iglesia, ni siquiera de que se pidieran, y los hay ciertos de la interven- ción de los ministros de S.M. en las obras, es lógico presumir que la auxiliar de Ntra. Sra. de los Remedios fue también construida con los fondos consignados para la catedral, sin el gravamen de reintegro, porque no era entonces sino una hijuela y ayuda de la misma catedral. En el manejo de los 1.000 ducados anuales hubo sombra de nubosidades que el Ilmo. Sr. Velunza nunca pudo disipar, como dice él mismo en su Visita de 1716. Asegura S. Ilma. que cuando se fue de Ceuta para Zaragoza su prede- cesor Antonio Ibáñez entregó al comandante general de esta Plaza D. Francisco de Velasco la cantidad percibida desde 1666 hasta 1680 que ascendía a 43.242 reales y medio y que esta cantidad no era el total sino el alcance que entonces había; que él (el Sr. Velunza) a pesar de todas las diligencias practicadas nunca pudo saber de fijo ni lo realmente percibido desde 1666 hasta 1680, ni desde 1680 hasta 1703; que visto el desorden de las cuentas, el Ilmo Sr. Vidal Marín nombró nuevo depositario y administrador, que fue el deán D. Pedro Álvarez de Acosta, a quien se entregaron 894 pesos y real y medio de plata en que fue alcanzado D. Miguel Barba, y que desempeñó su cargo hasta 1714, esto es, hasta que vino a Ceuta el mismo Ilmo. Sr. Velunza, haciendo entonces la liqui- dación de cuentas cuyo resultado fue el siguiente: Cargo 191,248 reales y 11 maravedíes; Data 84,248 reales. En efectos o materiales 81.333 reales y medio y el conocimiento (sería una especie de letra o vale) y en metálico 25.275 reales y

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