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182 S alvador R os y C alaf 1645, y no haberse procedido a nuevo nombramiento a causa de la insurrección separatista de Portugal y sus consecuencias. En 1672 siguiendo aún vacante la Sede Episcopal, la Catedral fue cerrada definitivamente al culto, y el Cabildo trasladó su residencia, en orden a los divinos oficios a la entonces pequeña er- mita de Ntra. Sra. de África, y 14 años después, esto es, en 1686, fue demolida. Oigamos cómo se expresa el Ilmo. Sr. D. Antonio Ibáñez de la Riva Herrera en 1686. “Habiendo visitado, dice , el edificio material de nuestra santa Iglesia, y reconocido que estaba inhabitable, y la mayor parte arruinada por vista de ojos y declaración de alarifes, habiendo tratado y conferido varias veces esta materia con el Excmo. Sr. D. Francisco de Velasco y Tovar, Capitán General de esta Plaza, a quien por Real Cédula de S.M. (q. D. G.) pertenece la superintenden- cia en la distribución de los 1.000 ducados de plata que tiene asignados para la reedificación de esta Santa Iglesia, se resolvió de común consentimiento con el parecer de un maestro mayor de otras que se trajo de la ciudad de Málaga, que se demoliese la iglesia antigua, como en efecto se hizo, y se puso en planta llana, y se abrieron los cimientos de la nueva y capillas, y se comenzó la obra nueva que hoy va prosiguiendo.” Véase su Visita pastoral. Conviene saber los precedentes de este acontecimiento, y las circunstancias de su desarrollo; dos ilustres testigos nos servirán de guía: El Ilmo. Sr. Vidal Marín en su visita de 14 de marzo de 1696 mandó al Ilmo. Cabildo rindiera cuentas claras de las cantidades percibidas ya para evitar la ruina de la antigua catedral ya para construir la nueva. El Ilmo. Cabildo con- testó a 22 de marzo que el Rey (Felipe IV) por Real Cédula de 19 de septiembre de 1661 consignó 1.000 ducados de vellón cada año y que se cobraron hasta fin de diciembre de 1664: que el 31 de mayo de 1665 dispuso el Rey que los 1.000 ducados fuesen de plata, que los situó en la dotación de esta Plaza, y que así se cobraron hasta el 14 de julio de 1669: que el Rey (Carlos II) dispuso que de la dotación de esta Plaza no tomase la fábrica sino 500 ducados, y que los otros 500 se cobrasen sobre una pensión del Obispado de Plasencia, y que estos no se cobraron, ni se sacó la bula apostólica para cobrarlos; que desde enero de 1678 volvieron a cobrarse los 1000 ducados por orden del Rey de 5 de mayo de 1678 (le dio efecto retroactivo) y que los hizo perpetuos por Real Cédula de 3 de febrero de 1691; que por las mismas Reales Cédulas el Rey daba al Cabildo para su congrua 600 ducados de los mil, de suerte que no quedaban sino 400 para la fábrica; que en la de 5 de mayo de 1678 mandaba el Rey intervinieran en las cuentas el capitán general gobernador de esta Plaza y otros ministros; que el capitán general D. Francisco Velasco dio durante dos años dos tercios de las ganancias de las almadrabas que sumaron cerca de 8000 pesos para reedi- ficar la Catedral; que cuando se arrendaron las almadrabas mandó el Rey por
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