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173 Historia eclesiástica y civil de la célebre ciudad de Ceuta que se cumple con cantar aquella misa el Dignidad o Canónigo a quien tocare por turno, y que a este celebrante se le debe dar, además de lo que le toque de la fiesta, la limosna que se da por la misa, aunque por tocarle de obligación debiera decirla sin limosna en caso que esta no se diera.” Así se ha entendido y practi- cado siempre sin oposición por parte de los Sres. Obispos que han gobernado esta Diócesis. La misa llamada del Voto a Ntra. Sra. de África, y porque tiene su origen en el voto que ambos Cabildos hicieron en representación del clero y pueblo con motivo de la peste que se padeció en Ceuta en 1651, renovado por causa de la epidemia bubónica que la diezmó en 1743 y 1744, voto últimamente ratificado en 1800 por tenor a la epidemia que azotaba Berbería, según declara el Ilmo. Sr. Velunza en su Visita en 1716 es misa votiva por cosa grave. Siendo así parece que debiera decirse la misa votiva de la Virgen correspondiente al tiempo en que caiga el 9 de febrero que es el día en que se celebra la fiesta del Voto. Sin embargo no es así, y se dice la misa propia de la Purificación que, según las rúbricas, no puede decirse como votiva. No hemos encontrado ninguna razón ni dato alguno que explique semejante anomalía. Otra misa hay acerca de la cual conviene decir dos palabras: es la llamada de Desagravios cuyo origen es el siguiente. Después de las grandes batallas de Brihuega y de Villaviciosa del 9 y 10 de diciembre de 1710 completamente favo- rables a la causa de Felipe V, y dos de las victorias decisivas que más contribu- yeron al triunfo definitivo de sus armas y consolidación de su trono, el piadoso Monarca expidió en Zaragoza en enero de 1711 una Real Cédula ordenando que en todas las Iglesias catedrales, colegiatas y principal de cada pueblo se celebrara todos los años en la Dominica inmediata a la fiesta de la Purísima una misa solemne con exposición de su Divina Majestad como desagravio nacional a Dios nuestro Señor, y reparación pública y solemne de los ultrajes y profana- ciones de templos, altares, imágenes y formas sagradas que durante la guerra se cometieron en toda la Nación, llegando el escándalo, dice el mismo Felipe V, de vender en pública subasta hasta las formas consagradas. Esta misa, dice el Ilmo. Sr. D. Miguel Aguiar y Padilla, puede decirse con ornamento morado y conmemoración del Stmo. Sacramento, diciendo la co- rresponde a la misma Dominica, que así se cumple lo mandado, y que esta es la práctica de la Catedral de Málaga. No sabemos si en todas las catedrales, colegiatas y parroquiales se ofrece en dicha Dominica el Santo Sacrificio de la misa con la intención de desagraviar al Señor por tantos crímenes como se cometieron contra él en España durante la de sucesión; pero no ignoramos que es fácil hacerlo, y que hay ahora para ello muchos más motivos que entonces. ¿Qué crímenes no se cometieron contra la Religión Católica durante la guerra

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