BCCCAP00000000000000000000272
154 S alvador R os y C alaf Se necesitaba mucho valor cristiano para arrostrar las iras de semejantes Gobierno que no reparó en medios para realizar sus funestos planes. Por una Orden de 19 de noviembre de 1835 mandó a los prelados eclesiásticos que no proveyesen beneficios sino en clérigos que acreditasen con certificaciones ex- pedidas por los Gobernadores civiles, su buena conducta política y adhesión decidida al Gobierno manifestada con actos tan positivos y terminantes que no dejasen duda. Esta tiranía y absurda Orden fue revocada con fecha 20 de noviembre y 14 de diciembre de 1841, y el haberla modificado el mismo Gobierno el 5 de febrero de 1842 revela toda la gravedad que entrañaba semejante Orden muy digna de un Juliano Apóstata. El carácter religioso y pío del Ilmo. Sr. Barragán se comprueba por el hecho de haberse inscrito en varias asociaciones piadosas. A más de haber profesado en la orden Tercera de S. Francisco de Asís, como queda dicho, se inscribió en la Cofradía de la Inmaculada en Sigüenza, en Toledo en la de los Esclavos de la Purísima Concepción, en la Real Congregación de los Esclavos del Ave María, en la Pía Unión del Corazón de Jesús, en la Venerable Congregación del Corazón de Jesús y en la Milicia Angélica, finalmente en Ceuta se hizo cofrade de Ntra. Sra. del Carmen y del Rosario Perpetuo. Su caridad con los pobres está plenamente demostrada por el hecho de ha- berlos instituido herederos de todos sus bienes en la forma mejor y más dura- dera para proporcionarles recursos en tiempo oportuno y librarlos de la usura que era ya entonces el grande azote de la Ciudad. En su testamento otorgado a 15 de julio de 1845 mandó que con sus bienes se fundara un Banco para fa- vorecer a los pobres de este Obispado, especialmente pescadores, prestándoles dinero al 6% anual. Mucho ha costado fundar este Banco 260 , en varias ocasiones ha estado a pi- que de perderse para siempre el capital, por fin Dios ha querido salvarlo por medio del Sr. obispo D. Vicente Calvo y Valero, y funciona desde 1906 con un capital de 70.000 pesetas con positiva ventaja de los modestos industriales y demás personas de pocos recursos que pueden atender a sus necesidades sin pagar el 100, 150 y hasta 200 por ciento anual a los despiadados usureros, tanto hebreos como cristianos, que en materias usurarias van tanto y a veces más lejos que los mismos judíos. No olvidó tampoco la Catedral. Dispuso en su mencionado testamento que con los productos del Banco se fundara una escuela de instrucción primaria y música a cierto número de niños hasta la edad de 16 años, con la obligación de 260.- Los estatutos fueron aprobados en Cádiz el 24 de junio de 1904 por la Junta Provincial, y confir- mados por R.O. de 10 de febrero de 1905, imprimiéndose ese mismo año una edición en Jerez.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz