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14 S alvador R os y C alaf Respecto a la forma en la que se produjo la expulsión, escribe: Eso era a las ocho de la noche (en aquel país ya está muy oscuro en dicha hora) y a las nueve se pasaba lista en la portería del convento, y los solda- dos encargados de registrar las calles y demás dependencias aseguraban al Coronel que ni en la iglesia ni en el convento quedaba fraile alguno: no se pudo salvar sino algún cáliz, y alguno de los religiosos pudo llevarse ropa para mudarse: todo lo demás quedó allí: la biblioteca que era bastante regu- lar, cálices, misales, libros de coro, enseres de cocina, ropería, en una palabra, todo. Sin más ropa que la puesta y con el breviario y un crucifijo salimos del convento a las nueve de la noche del primer viernes de junio de 1872, y pasando por entre las dos filas de soldados que cubrían la carrera desde la puerta del convento hasta el Ayuntamiento fuimos allí alojados y quedamos custodiados por la tropa. … El día siguiente nos sacaron de la Antigua a eso de las nueve de la mañana en carretas tiradas por bueyes. Describir la conmoción de la ciudad es imposible: fue una manifestación de duelo imponente, y ruidosa protesta como muy pocas veces se ve en el mundo, y con esto está dicho todo. Se hizo correr la voz que la orden del Gobierno era hacer descarga cerrada sobre los religiosos si alguno de ellos quería huir, o el pueblo intentaba libertarlos. Estados Unidos: Una sociedad plural Expulsados de Guatemala, todos ellos serían acogidos en Estados Unidos, concretamente en la ciudad de San Francisco, el 30 de junio de 1872, por los je- suitas. La ciudad le causó una gran impresión, tanto por su modernidad como por su composición socio-religiosa y lingüística, pues convivían cristianos, protestantes, judíos y no creyentes con total normalidad, lo que para ellos era algo totalmente nuevo. Es más, la prensa americana publicó la noticia de su expulsión como una agresión fruto del despotismo y la tiranía de los nuevos gobernantes de aquellos países, con una foto de grupo de parte de los ex- pulsados, en la que posiblemente esté fray Cayetano. Durante su estancia fueron visitados por el arzobispo de San Francisco, José Sadoc Alemany, y el obispo de Monterrey-Los Ángeles, Tadeo Amat i Brusi, ambos catalanes. A pesar de que su intención era quedarse allí, tan numeroso grupo obligó a elegir otra ubicación, por lo que decidieron dividirse. Una parte volvería a Francia y la otra se instalaría en Milwaukee, en Wisconsin, a donde llegaron en 22 de septiembre de 1872, invitados por la comunidad de capuchinos alemanes.

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