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118 S alvador R os y C alaf Felipe IV, como lo hizo en 1652 y 1656, los más grandes elogios de la fidelidad de Ceuta. El título de fidelísima con que entonces la honró, y los derechos y privilegios que concedió a los hijos de esta Plaza igualándolos a los nacidos en cualquiera ciudad de España fueron concesiones muy merecidas y otorgadas con mucha justicia 169 . La augusta viuda de Felipe IV, Dª Mariana de Austria, Regente del Reino durante la menor edad de Carlos II, no se mostró menos atenta y agradecida a Ceuta por su invariable fidelidad, pues atendió a todas sus peticiones, y en cuanto a tener voto en las Cortes, la unió a Sevilla 170 . La derrota de Ben Bucar valió a Ceuta un período de paz que su gobernador el Conde de Castel Mendo 171 aprovechó para restablecer las relaciones norma- les y constantes que hubo en tiempos anteriores entre esta Plaza y Tetuán, y restablecidas en efecto en 1659 duraron algunos años con notable utilidad para una y otra población, pero no pudieron restablecerse sin pagar antes al Bajá de Tetuán Mohamed Benaysa Nocay la cantidad de 3.852 pesos fuertes. La vida del hombre suele ser un tejido de adversidades y de prosperidades disponiéndolo así la divina Providencia para que ni se ensorberbezca en los días prósperos ni se abata en los adversos: lo mismo les suele suceder a los pueblos, y Ceuta lo experimentó muy de veras bajo el gobierno del marqués de Asentar. Desgraciado en algunas de las salidas que hizo contra las cabilas fronterizas, tuvo también la mala suerte de que en su tiempo se desplomara la muralla del Sur en una extensión de más de 150 metros 172 , y que los piratas argelinos apresaran e incendiaran la flotilla que tenía Ceuta para su defensa. En cambio de estos sensibles reveses tuvo la buena suerte de destruir al pirata Hamed Topal, apoderarse de una nave francesa que merodeaba con fi- nes siniestros por las aguas de Tetuán, batir en las de Estepona cinco naves argelinas, y apoderarse de una tripulada por 36 mahometanos que condujo a esta Plaza. Estas victorias después de tantos desastres alentaron y regocijaron en gran manera a los habitantes de esta heroica 173 , noble y fidelísima Ciudad, Ciudad fidelísima a España; noble y heroica decimos que es Ceuta, y así lo acreditan los sucesos ya referidos, y los que vamos a narrar. 169.- ESAGUY, José. Libro de los veedores de Ceuta. Libro grande de Sampayo , Tánger 1939, p. 188 trascribe la concesión en 1641 de los títulos de Noble y Leal , confirmados en 1668 como Siempre Noble y Leal Ciudad –AGCE, Libro de Órdenes , Legajo 5-1, fols. 49-52- y el de Fidelísima en 1656, vid. CARO, op.cit. , pp. 241-244. 170.- AGCE, Libro de Órdenes , Legajo 5-1, fols. 49-52 171.- El conde de Castel Mendo sucedió al marqués de los Arcos y Tenorio. 172.- Lo que dio lugar a su nominación popular, que aún hoy subsiste, de La Brecha. 173.- Heroica es un título que nunca se concedió a Ceuta.
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