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101 Historia eclesiástica y civil de la célebre ciudad de Ceuta Al año siguiente (1430) mandó éste a su hijo D. Duarte con 70 jinetes y 60 in- fantes para reconocer la cordillera Ximera o Bullones. Internóse el joven militar más de siete leguas hacia el interior, llegó hasta la sierra llamada Mexequisse y al pie de aquellas montañas destruyó dos poblados llamados Alfayatas y Collerte respectivamente. Esta expedición militar brillante y gloriosa por lo atrevida, rápida y útil para Ceuta, causó en esta un grande entusiasmo y por ella y otras anteriores, aunque menos notables, quedó de Gobernador de la Plaza durante la ausencia de su ilustre padre. No tardó D. Duarte 144 en dar nuevas pruebas de ser digno Gobernador inte- rino de Ceuta. Mientras su padre se hallaba en Portugal un marabut de Sierra Ximera o Bullones predicó la guerra santa contra esta Plaza. Sus predicaciones sublevaron a los mauritanos del campo y acaudillados por Marsoco, su jefe principal, sitiaron esta Ciudad. Se peleó por ambas partes con el tesón y valor de siempre pero al fin Marsoco, derrotado, perseguido y fugitivo se retiró más allá de sierra Ximera. Aprovechó D. Duarte esta gloriosa victoria, y volviendo otra vez hasta la sierra Mexequisse llevó por todos los aduares de aquellos montes la consterna- ción y el espanto, regresó a Ceuta cargado de despojos y muchos cautivos entre los cuales había un poderoso mauritano llamado Haganutes. Después de estos brillantes sucesos hubo un período de paz que duró unos dos años, y en el ínterin regresó de Portugal D. Pedro de Meneses. Aprovechó la tranquilidad de que gozaba la Plaza para adiestrar su guarnición, aumentar sus fortificaciones, y ponerla en mejor estado de defensa y dilatar sus domi- nios. Era ya entonces rey de Portugal Don Duarte, primogénito del rey D. Juan I, fallecido el 14 de agosto de 1433, a los 65 años de edad y 18 de la conquista de Ceuta 145 . Los militares estaban impacientes y deseaban emprender nuevas operacio- nes y, para contentarlos, en 1435 se tomó la resolución de dirigirse hacia las tierras de Tetuán. Esta Ciudad había sido destruida en el año 1400 por la flota de Castilla, y sus moradores, dedicados a la piratería, fueron apresados unos y dispersados otros y no fue repoblada sino unos noventa años después de su destrucción. Pero los portugueses abrigaban el propósito de apoderarse de las ruinas de Tetuán para reedificarla, dominar aquel valle, y establecer otra ciudad 144.- ZURARA, G.E. de. Chronica do Conde D. Duarte de Meneses, ed. Larry King, Lisboa, 1978; VASCONCELOS, Agustín Manuel de. Vida de don Duarte Meneses, Tercero conde de Viana y de los sucesos notables de Portugal en su tiempo, Lisboa, 1627. 145.- Alberto BAEZA no dejará de recalcar en algunos de sus trabajos esta coincidencia cronológica forzada, como lo hace en “Una fecha…” op.cit., p. 38.

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