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54 RUFINA CLARA REVUELTA GUERRERO a la persecución, promovida por los Bonzos y el shogunato de los Tokugawa 16 , de los misioneros y cristianos de Japón. Si los misioneros que siguieron la ruta de Occidente predominantemente misio- naron en las Islas Filipinas y la Micronesia, los segundos –los que siguieron la ruta de Oriente- lo hicieron desde la India a Japón. Por lo que a las Indias Orientales se refiere, se da una mayor antigüedad en las cristiandades surgidas por la labor misionera de quienes llegaron vía Oriente, frente a las que surgieron por la labor de misioneros que llegaron vía Occidente. No olvidemos que la ruta del Oriente fue seguida por el Padre Maestro Francisco Javier. Según constata el padre Colin, tomando como fuente documental la Bula de Canonización del P. Maestro Fran- cisco Javier, éste ilustró «con su predicación y su milagrosa vida», las Islas Filipi- nas. Según dicho cronista fue el P. Francisco Javier quien, desde la isla de Ternate, donde estuvo por el año 1546, misionó en la isla deMindanao, «la segunda en gran- deza» de las del «distrito de Filipinas» (Colin, p. 167). Asegura el P. Colin que «desde entonces hasta el presente»—recordemos que el P. Colin escribe su cró- nica con anterioridad al año 1663 17 , año de su edición enMadrid—, el Padre Pedro Chirino fue el primero de la Compañía que pasó «de los Reynos de España» a las Islas Filipinas, y que él mismo fundó cristiandades en Japón, donde estuvo en dos ocasiones. Por otra parte las cristiandades surgidas en Japón aparecen muy afianzadas a finales del siglo XVI. La vía oriental para llegar al Japón fue seguida por otros misioneros jesuitas, que en la segunda década del siglo XVII, se enfren- tan a la persecución de los Bonzos y del shogunato de los Tokugawa . De hecho los problemas más graves que vivieron estas comunidades en aquella época se pre- sentan a comienzos del siglo XVII, precisamente con el Shogunato Tokugawa 18 , y principalmente bajo el poder de Ieyasu , cuando éste promulga en 1606 los prime- ros decretos anticristianos. Bajo la legalidad de esos decretos, se expulsa de Japón a todos los misioneros españoles y portugueses en 1610 (entre ellos misioneros jesuitas). En 1614 un nuevo edicto prohibirá toda actividad cristiana en el país y establecerá la expulsión de los cristianos. Las consecuencias de esas medidas son la huida de muchos japoneses cristianos a las colonias filipinas, y la persecución y muerte de aquellos —cristianos japoneses, y misioneros— que no pudieron o no quisieron marchar y vivieron ocultos 19 . 16 Véase más adelante la referencia al shogunato Tokugawa en nota a pie de página. 17 Recordemos también que la escribe tomando como base los manuscritos del padre Pedro Chirino. 18 Tokugawa es el nombre de un clan nipón, cuyo poder se inicia en 1567, y que dirigido por Ieyasu llegó a dominar en Japón mediante la anexión de provincias vecinas. El poder militar y político de Japón, a finales del siglo XVI, lo detentaba el Consejo de los Cinco Regentes , es decir, de los cinco clanes más poderosos, mientras que el poder espiritual y religioso correspondía al Emperador. A finales de 1599 y gran parte del año 1600, los daimyō o samurai terratenientes poderosos se alían en dos bandos. El bando formado por los clanes del bloque oriental de la isla principal apoyaba a Ieyasu , y el otro integrado por los clanes del blo- que occidental apoyaba a Mitsunari , unido a los otros tres regentes. Enfrentados en la batalla de Sekiganara , el 21 de octubre de 1600, la derrota de Mitsunari , por la traición de algunos de sus clanes que se pasaron al bando de Ieyasu , éste legitimó su poder como Tenka Dōno o «Señor del País». En 1603, el Emperador Go-Yōzei le nombra Comandante en Jefe de las fuerzas militares del Japón, estableciéndose así el shogunato de los Tokugawa . El poder de Ieyasu se extendió a las propiedades religiosas de los templos shinto y monasterios budistas. Aunque Ieyasu abdicó en 1605, desde esa fecha hasta su muerte «recibió la asesoría del político inglés al servicio de los holandeses, WilliamAdams, artífice de las políticas shogunales contra España, Portugal y la Igle- sia católica». Véase: <http://es.wikipedia.org/wiki/shogunato_Tokugawa >. Fecha de consulta: 18 de agosto, de 2015. La situa- ción referida explica la promulgación de los primeros decretos anticristianos de 1606. 19 Diego Pacheco: El libro sagrado de los cristianos ocultos de Nagasaki. Pp 51-76. Según Pacheco, «el estudio más reciente, e indu- dablemente el más completo, sobre Cristianos ocultos es el libro del Profesor Pedro Yakichi Kataoka: Kakure Kirishitan, Cris- tianos ocultos, Ristmia y folklore, Tokyo, 1967».
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