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36 KURT SÜSS 2.1. Ramon Llull, pionero de las relaciones interculturales e interreligiosas Ramon 1 Llull, el llamado Doctor iluminado , Doctor inspirado o Arabicus Chris- tianus , personaje polifacético y excepcional por diversas causas, fue en su tiempo, entre otras cosas, uno de los grandes pioneros de las relaciones interculturales y, en especial, interreligiosas, tal como indica el tercero de sus apodos antes citados. Nacido en la Ciudad de Mallorca entre 1232 y 1235, hijo de una familia acomodada de origen barcelonés, y muerto en 1315 ó 1316 2 , Llull, después de llevar una vida típi- camente cortesana en la corte de los reyes de Mallorca 3 , a la edad de treinta años abandona este tipo de vida y decide seguir el ejemplo de Francisco de Asís, aun- que probablemente influenciado profundamente por el dominico Raimundo de Peñafort, vive un tiempo como anacoreta, etapa de su vida en la que descubrirá el objetivo central del resto de sus días: la labor misionera, es decir, la de cristia- nizar a los llamados infieles , musulmanes principalmente, pero también a judíos y paganos. Aunque en la teoría no deja de defender los métodos más beligeran- tes de esta labor misionera —no olvidemos que vive en época de cruzadas y en su juventud había llevado una vida propiamente caballeresca— en la práctica actúa con el ánimo de evangelizar de manera pacífica, es decir en el debate filosó- fico-teológico con los representantes de las religiones no cristianas. Para alcanzar esa meta elabora un sistema o método filosófico-teológico, en su propia termino- logía, un Arte , que expone en numerosos escritos, unos más teóricos y en latín o árabe, otros en lengua vernácula y en estilo más divulgativo. Con este sistema o método pretende demostrar de manera irrefutable la superioridad y la verdad del cristianismo e intenta después aplicarlo en sus discusiones en sus viajes por las regiones de Oriente Medio. Como persona que era de ideas prácticas, es cons- ciente de que los debates sobre asuntos religiosos debían llevarse a cabo en los idiomas meta y, a ser posible, sin intérprete ni intermediario. Así mismo tiene muy claro que si quiere llevar a cabo la labor misionera que a partir de su conversión es el objetivo central de su vida, él mismo tiene que estudiar el árabe, aprendizaje que inicia enseguida con ayuda de un esclavo musulmán que vive en su casa. Esta experiencia personal junto a su conocimiento de primera mano de la situación poco satisfactoria de la traducción e interpretación en los contactos intercultura- les —políticos, económicos o religiosos—, y también a la probable influencia o ejemplo de Raimundo de Peñafort, le llevan a la convicción de que el problema lingüístico es fundamental en toda labor misionera con poblaciones de otra len- gua y que el éxito o fracaso de los misioneros depende en gran parte del dominio del idioma meta. Por lo tanto, para él es una necesidad urgente que todos los futu- ros misioneros sean instruidos en las lenguas correspondientes a las regiones en las que van a desarrollar su labor misionera, y que tal instrucción lingüística tiene que llevarse a cabo en colegios especializados. Es por lo que intenta sin descanso 1 Ortografía catalana. 2 Sobre la vida de Llull hay multitud de leyendas y datos de dudosa procedencia, a pesar de las referencias que él mismo nos ha legado en algunos de sus escritos como el diálogo versificado Lo desconhort (Roma, 1295), la autobiografía Vita coetanea (Paris, 1311) y la novela Llibre d’Evast e d’Aloma e de Bla(n)querna (Montpellier, 1276-1283), que supuestamente tiene un trasfondo autobiográfico. 3 Conviene tener en cuenta que en esta época Cerdaña, el Rosellón y la región de Montpellier formaban parte del reino de Mallorca y la corte real residía en Montpellier. Llull empezó como paje del infante Jaime, hijo del rey Jaime I de Aragón, ascen- dió pronto a preceptor, senescal y mayordomo del futuro rey Jaime II de Mallorca.

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