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205 14. LAS TRADUCCIONES ESPAÑOLAS DEL CATECHISME HISTORIQUE DE CLAUDE FLEURY (1640-1723): UNA BREVE INTRODUCCIÓN HISTÓRICO-CRÍTICA 14.3. Claude Fleury (1640-1723) Pero, ¿Quién es Claude Fleury ? Claude Fleury 3 nace en París, en 1640, como hijo de «un avocat au Conseil privé du Roi» (Louis XIII). Estudia durante 6 años en el famoso colegio de jesuitas parisiense de Clermont (el futuro Louis-le-Grand) donde entra en contacto por primera vez con excelentes profesores de historia y donde reina un ambiente propicio al progreso de la disciplina histórica. A los 18 años (1658) entra como «avocat» (abogado) en el Parlamento de París. Es el prin- cipio de un primer período singular de formación, estudio, investigación, publi- cación y praxis profesional como «jurisconsulte» (jurisconsulto) ante el mismo Parlamento de París. Ahora bien, ya durante aquel primer período, dedicado en gran parte al estu- dio del derecho, Fleury tiende a fundar su discurso científico especializado en una reflexión de tipo histórico («prouver par l’Histoire», dirá Bossuet). De ahí el éxito de su Histoire du droit français , publicado como anónimo en 1674, pero probablemente redactado en 1665, y calificado por su biógrafo, l’Abbé Gaquère, de «un des chefs d’œuvres de notre littérature scientifique» (Gaquère, 1925, p. 93). Al mismo tiempo, Fleury, auténtico humanista, sigue interesándose por otras áreas como la literatura (poesía, crítica literaria, diálogos, discursos), las lenguas (latín, griego, hebreo, italiano, español, la filosofía (Descartes, Platón, Pascal, Hob- bes, Aristóteles, Port-Royal, San Agustín)… Un momento clave en la vida de Fleury es el de su encuentro con Jacques Bénigne Bossuet (1627-1704), futuro Obispo de Meaux (1681-) y Conseiller d’Etat (1697). Miembro de la Académie Française en 1671. JeanMeyer afirma que «l’abbé Claude Fleury» es pura y simplemente «encore une création de Bossuet» (Meyer, s. a., p. 152). Y en el DS leemos: «Sans rupture, une respectueuse amitié se poursuivra durant trente ans (1668-1704). Sans être exactement de la même famille d’esprit, ils puisent souvent aux mêmes sources d’inspiration» (DS, V, 1962, col. 413). Dejamos el planteamiento abierto. De todos modos, fue Bossuet quien intro- dujo a Fleury (quien había recibido en 1669 la ordenación sacerdotal) en el mun- dillo de los «precepteurs» de los príncipes y de los grandes. La vocación religiosa de Fleury —aun cuando se puede dudar de la dimen- sión/autenticidad espiritual de la elección de Fleury (se trataría más bien de la elección de un modo de vida de estudio e investigación)—aporta el segundo ele- mento de nuestro triplete: la teología. Fleury fue preceptor de los hijos del príncipe de Conti (le prince de Conti), de 1680 a 1683 de los hijos del conde de Vermandois y en 1689 le nombran subpre- ceptor («sous-précepteur») de los duques de Borgoña, Anjou y Berry, nietos de Luis XIV junto con François de Salignac de la Mothe-Fénélon (1651-1715), Fénélon, futuro arzobispo de Cambrai. Según Gaquère: «Les relations de Fleury ne furent pas moins intimes qu’elles ne l’aient été avec Bossuet» (Gaquère, 1925, p. 255). Sin embargo, lo más importante de este «segundo» período (si así se puede decir con respecto a su vocación religiosa) es su aspecto pedagógico (el tercer ele- mento de nuestro triplete). No sólo por la praxis directa instructiva y educativa 3 No se debe confundir con André Hercule de Fleury (1653-1743), el «Cardinal de Fleury», llamado «le Richelieu de Louis XV».

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