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179 12. Las culturas de la Amazonía peruana en los escritos misioneros de José Pío Aza:huarayos y arasairis De este modo, con sus trabajos lingüísticos, lexicográficos y traductológicos, Aza entró a formar parte del nutrido gremio de misioneros lingüistas que durante siglos han ido poniendo por escrito las lenguas ágrafas amerindias, coadyuvando al conocimiento, estudio y recuperación de las lenguas y culturas amerindias. 12.4.4. Metodología El método investigador de Aza otorga importancia fundamental al trabajo de campo, a la experiencia directa, la exploración y la observación. Hombre de fe y de ciencia, se muestra escéptico con los saberes anteriores, que a fuerza de repetirse se han dado por ciertos. Rastrea y consulta, sobre todo al tratar cuestiones histó- ricas y geográficas, la bibliografía de que dispone; continuamente la objeta y la corrige (cf. Aza, 2009, pp. 42-43, 130-132, 139 y 155). Pero, además, pierde la ocasión para preguntar directamente a sus informantes aborígenes, por ejemplo, sobre las leyendas de Paititi o de Huanamey (cf. Aza, 2009, pp. 114, 181 y 461). Porque sobre todo así, en el momento y sobre el terreno, lacónico pero con todo detalle, iba ano- tando en su diario de expedición cuanto observaba, y conformando unos conoci- mientos que luego vertería en forma de artículo. Aza, que convive largos años con los indígenas de la selva (he ahí la clave), es consciente del tiempo necesario para realizar un estudio con rigor y en profundidad. Por eso crítica a los «excursionis- tas», a los «falsarios trujamanes» (Aza, 2009, pp. 155 y 40), a los investigadores efímeros, superficiales y, en consecuencia, embusteros. Actitud, por lo demás, de todo punto comprensible en alguien que se ha consagrado a una orden religiosa que tiene por lema la veritas, la búsqueda de la verdad. Las claves de la metodología y la motivación que le llevó a publicar sus obras lingüísticas las revela en la introducción a su principal trabajo, el Vocabulario machi- guenga, siendo perfectamente extrapolables a sus vocabularios huarayo y arasairi, y aun al conjunto de su obra científica. Respecto de los motivos que le llevaron a publicar sus investigaciones lingüísticas, Aza revela dos (2009, p. 180): primero, para «contribuir en algo a la evangelización», haciendo sentir a los indígenas la dignidad de la persona humana, y para que la labor del misionero tenga éxito, pues este va vinculado al mayor o menor dominio que adquiera del idioma (y de la cul- tura) de los nativos, y segundo, para «dar a conocer una nueva lengua», lo cual no dejará de ser interesante para la ciencia y, en particular, para la filología y para aquellos que estudian la evolución del lenguaje humano. Motivo, este último, en el que de nuevo parece haber un guiño a otra máxima dominica, a saber: Contem- plari et contemplata aliis tradere, es decir, contemplar y dar a otros lo contemplado. En cuanto al método, refiere igualmente en su Vocabulario machiguenga (Aza, 2009, p. 181 y s.) lo siguiente: «En un par de líneas consigno ahora leyes, que me costaron largos meses y hasta años de investigación y de tanteo y me obligaron a emborronar mucho papel. […] en estas investigaciones tuve que proceder con gran lentitud, por- que […] no disponía de otro elemento que los mismos salvajes, a quienes era inútil preguntarles por las reglas del lenguaje, y únicamente a fuerza de continuas observaciones y repetidas preguntas, no a uno solo sino a varios

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