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14 MIGUEL ÁNGEL VEGA CERNUDA Nuevo Mundo ante el Viejo, esbozando las percepciones obtenidas del «extraño otro» recién descubierto y que a él le sumían en una situación de arrobamiento: Y vide muchos árboles muy diformes de los nuestros y de ellos muchos que tenían los ramos de muchas maneras y todo en un pie, y un ramito es de una manera y otro de otra, y tan disforme que es la mayor maravilla del mundo cuánta es la diversidad de una manera a la otra. Verbigracia: un ramo tenía las fojas de manera de cañas y otro de manera de lantisco, y así en un solo árbol de cinco a seis destas maneras, y todos tan diversos; ni estos son enxeridos, porque se pueda dezir que el enxerto lo haze, antes son por los montes, ni cura de ellos esta gente. No le conozco secta ninguna y creo que muy presto se tornarían cristianos, porque ellos son de muy buen entender. Aquí son los peces tan disformes de los nuestros que es maravilla. Ay algu- nos hechos como gallos, de las más finas colores del mundo, azules, ama- rillos, colorados y de todas colores, y otros pintados de mil maneras, y las colores son tan finas que no ay hombre que no se maraville y no tome gran descanso a verlos. También ay vallenas. Bestias en tierra no vide ninguna de ninguna manera, salvo papagayos y lagartos. (16 de octubre) 5 . Esa estupefacción maravillada (y «maravilla/maravillarse» son lemas recurren- tes en el Diario ) parece haber sido el resorte fundamental de ese su primer e ini- ciático vagar cognitivo que Colón realiza desde que toca tierra en la isla de Gua- nahaní hasta que decide el regreso a la Península, el dieciséis de enero de 1493, con el objeto de informar y dar cuenta del resultado de la singladura a los Monarcas: […] porque se detenían más de lo que quería por el apetito y delectación que tenía y recevía de ver y mirar la hermosura y frescura de aquellas tierras donde quiera que entrava, y por no se tardar en proseguir lo que pretendía. Por estas razones se tuvo aquella noche a la corda y temporejar hasta el día. […] Andando por ella fue cosa maravillosa ver las arboledas y frescuras y el agua clarissima y las aves y amenidad, que dizque le parecía que no qui- siera salir de allí. Iva diziendo a los hombres que llevava en su compañía que para hazer relación a los reyes de las cosas que vían no bastarán mill lenguas a referillo ni su mano para lo escrevir, que le parecía que estava encantado. Deseava que aquello vieran muchas otras personas prudentes y de crédito, de las cuales dize ser cierto que no encarecieran estas cosas menos que él (27 de noviembre). Esa perentoriedad de conocer que el Descubridor manifiesta en su diario, impul- sada por la admiración entusiasmada ante las nuevas sensaciones «mundanas» y por la necesidad de entender y transformar la realidad derivada de ese conocer -sucesivamente empírico y teórico- fue rasgo caracterizador de los misioneros en América, quienes, como el célebre prototipo de hombre renacentista Leo Battista Alberti 6 , tuvieron que activar e integrar conocimientos de las más diversas ramas 5 Citamos según versión informática https://juancarloslemusstave.files.wordpress.com/2014/07/diarios-de-colc3b3n.pdf 6A este humanista genovés (1404-1472) se le reconocen actividades destacadas en el ámbito de la lingüística, la filosofía, la arquitectura, la música, la poesía, etc.

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