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92 LECCIÓN XII. de Fenelón: "El discurso es la proposición explanada; la proposición es el compendio del discurso." 176. No pensemos por esto que en todo discurso hemos de plantar una proposición que formulada en pocas palabras se ofrece como una tesis que vamos á probar al auditorio, pues ya observa Quintiliano que alguna vez se omite la pro– posición, porque en el exordio ó narración va suficientemente declarado el objeto del discurso. 177. La Proposición ha de ser: 1.•, J>ol'ULAH; 2.•, CATÓ– LICA. 1. 0 Popular. Esto es: 1. 0 B1'eve: no empleando más que los términos necesarios, para que la gente fácilmente pueda retenerla. 2.• Cla1·a : expresada en términos senci– llos y naturales que puedan comprenderse. 3.0 Interesante: buscando asuntos palpitantes y de circunstancias, excitando la atención. 4.0 IJe aplicacirfn Jn·áctica: no versar sobre materias demasiado abstractas. 178. 2.0 Católica. Que explica una máxima conforme al sentir de la Iglesia y los Santos Padres. Ko deben estable– cerse proposiciones opinables y dudosas, pues darían lugar á vacilación; ni temerarias, pues fácilmente podrían escan– dalizar á las gentes sencillas, ó débiles en la fe. 179. Todos los preceptistas modernos critican ciertas Proposiciones, formuladas en términos los'más ridículos por singularizarse. Y ciertamente causa pena que así hayan que– rido aguzar sus ingenios para formular una proposición áun · extravagante, que sin duda de pocos oyentes debía ser com– prendida, y de la cual poco ó ningún provecho podía resul– tar. Debe respetarse la cátedra sagrada, y procurarse el pro– vecho de los fieles. Y por tanto tenga presente el orador estos tres medios que tiene para indicar satisfactoriamente EL OBJETO DE ~u nrscuuso: 1. 0 JJ:xm·dio oportuno; 2.0 Na– rraciones h1teresantes; 3.0 Compendüt1' la doctrina en una proposición clara y breve.
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