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AMPLIFICACIÓN. 73 lo adorna, lo presenta bajo todos sus aspectos, y de un cuer– po descarnado hace un cuerpo nutrido y lleno de robustez. g1 pueblo no ve las cosas espirituales sino á una gran dis– tancia: es necesario acercárselas por medio rle largos ras– ~os, como los que se ven en las pinturas de las húvr~rlas de los templos. En las miniaturas todo se confunrle, tollo ~e escapa, al que no tiene la vista perspicaz. El conjunto del auditorio no puede leer en el pensamiento del pre!lie:ulnr; ~e atiene precisamente á las palabras. Se debe ~uponer poco y explicar mucho. M:ás vale arriesgarse á llecir rlema– siado para los inteligentes, que á no decir bastante pam el vulgo., Cuanto puede decirse sobre la naturaleza de la am– plificación va comprendido admirablemente en las líneas ci– tadas. Ahora sólo falta para el buen uso de ella dar algunas reglas, que establecen los autores: 111. Regla t.• Conviene no explanar más r11Je lo ne– cesario para hacer el discurso ó más claro, ó más sólido, Íl más patético. 2.• El asunto que se ha de amplificar debe ser digno. 3." El hecho ó fondo de la idea ha de estar sólidamente establecido. 4. • La amplificación debe estar bien ligada á la prue– ba, y ha de aumentarla ó añadirle algo, formando uu todo homogéneo, pues es la expansión de su misma fuerza. TI. DEFECTOS PlUNCIPALES. 112. 1. 0 La esterilidad: que carece de fondo y fecun– didad de ideas oportunas ; puede desterrarse con el estudio y la cultura. 2. 0 La futilidad: que se ocupa en la amplificación de mi– nuciosidades impertinentes; y que debe eliminarse fijándose en las cosas trascendentales de la materia.

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