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PARA INSTRUIR, DELEITAR, MOVER. 4~ ~inm cuenta que dará á Dios el sacerdote que dice no tiene t.imnpo para leer la Sagrada Escritura, Santos Padres y p<•rteccionarse en los estudios propios de su santo ministe– rio, y sin embargo, tiene tiempo para leer periódicos iuúti– lt•x, folletos sin substancia y otros pasatiempos mundanos, •·.omo los seglares, que cuando menos le hacen malgastar un l.imnpo el más precioso, que bien aprovechado le introcluci– ria más y más en los tesoros de la ciencia divina, y l11 lmría sobresaliente en los asuntos eclesiásticos. Estos son lox mits 111\Cesarios para el predicador, y á éstos ha de tener su principal afición, como á cosa tan propia de su ministerio sa– •·.m·dotal. Quid j'acit cum Psalte1·io Homtius'? cum Ilvan– !ft:liis Mario'? cum Apostolo Cicm·o'? decía San J erónimo •lespués del terrible castigo que sufrió por su excesiva afi– eión á los clásicos del paganismo." Y hagamos notar de paso •¡ue hoy en gran parte la imprenta está saturada de paga– nismo y... algo peor. 53. Estas son las fuentes de inwnción á donde ha de acudir el predicador para hallar la.s pruebas ó argumentos. ~on inagotables veneros, que si los sabe prufundir.ar le su– ministrarán tesoros y recursos tales de sabiduría, que flu– yendo ésta suavemente de sus labios en ricos manantiales, convertirá en deliciosos y floridos campos los yermos y agostadas campiñas. 54. Los antiguos hicieron mucho caso de los lugares co– ,nunes ó tópicos, y no hay duda que mostraron afición de– ddida cuando tan prolijamente hicieron largos tratados so– bre ellos, para que les ayudasen á la memoria y fijaran su atención cuando componían, y encontrasen toda clase de pruebas, segítn su método favorito: hoy este gusto ha cam– biado, y hasta disgustaría si se notara demasiado tal artifi– cio. "Quédense los lugares comunes, dice el P. Sánchez, para aquellos predicadores adocenados, qne por carecer de genio, de ciencia, ó por perezosos en demasía para el estu– dio, tienen que recurrir á esos medios de invención para tratar alguna materia., Y el P. Martínez, sobre estos Juga– res comunes, dice también que "tal estudio producirá más molestia que utilidad. , Sin embargo, no hay duda que son verdaderas fuentes ele invención, cuyo estudio si alguno lo

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