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PREPARACIÓN PARA PREDICAR. 247 595. .Mas desde el momento en que una loable y santa vida no acompañan á la predicación, son incalculables los males que resultan. Mejor es callar, 1lice San Crisóstomo. Mdius est tace1·e. ¿Y por qué? Ya da htrazón el Santo Docto!": "Porque entonces me vuelves la obra imposible. Pienso, pues, que si tú hablando con tanta facumlia no cum– ples lo que predicas, mucho más yo soy 1liguo de excusa., Sólo en aquellos varones apostólicos que practican lo que predican, pueden descender de lleno las bendiciones del cie– lo; de los !lemás dicen: Predica lo que no cree; si creyese en lo que predica, por cierto lo practicaría; y entonces, per– dido el crédito y ascendiente que el sacerdote ha 1le tener so.bre los pueblos, ¿qué almas podrá convertir, si nuestra palabra, según San Gregorio, entonces sólo recibe fuerza y eficacia cuando la acompaña y estimula la obra? IJabis vo– r:em vi1·t?ttis, si, quo suades, t·ibi p1-ius persuasisse cog- 1WSCe1~is; validior OJJeris, quam o1·is voa; est. Fac ut lo– qtteris. 596. Y si muchas veces hay predicadores que sin tener nada lle santos parece que obran prodigios, en general po– demos decir que mucho ruido y pocas nueces; muchos elo– gios y pocas conversiones sólidas; y si realmente resultan por un milagro muchas de éstas, hemos de pensar que Dios ~uestro Señor, sin atender á la indignidad del predicador, derrama su misericordia sobre las pobres almas para que no se vean privadas de aquel medio poderoso de salvación, y al mismo tiempo mirando cómo sostener la dignidad sacer– dotal delante del pueblo ; pero tales predicadores d[i.rán es– trechísima cuenta á Dios, ya por el mayor fruto que pudie– ron hacer, ya también porque se exponen á caer en ridículo y quedar llenos de confusión el día que el pueblo llegue á descubrir que simulaban una virtud y santidad que estaban bien lejos de poseerla. 597. Estamos, pues, obligados los predicadores á la san– tidad, la cual es la prepa1·ación 1·emota para la predicación, porque entonces, como dice San Gregorio Nacianceno, el pueblo cree muy fáeil y practicable cuanto les predicamos, . pues que ya lo ve y observa practicado antes por nosotros mismos : i'{on dijjicilc cstimatw·, quod jam jitctmn cons-

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