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192 LECCIÓN XXXIV. LECCIÓN XXXIV. Figura6 de puro adorno. SIRVEN PARA AGRADAR. 446. l.• Descripción. Consiste en hacer la pintura de nn objeto con tan vivos colores como que lo estuviésemos viendo. Los griegos la llamaron hipotiposis: se diferencia ele la IJefiniciún en que ésta manifiesta la esencia y natu– raleza de una cosa, mientras que la descripción da á cono– cerla por los rasgos exteriores, la reviste de los más bellos colores, y la presenta con todo el brillo ante nuestros ojos. Fenelón ha dicho: «Sin la descripción todo es seco, lángui– do y enojoso. , 447. l\1as en ella hay que atender : l.• En trazar los ras– gos más característicos y oportunos del objeto con concisión y energía. ·2.• En presentarlo ele! punto más favorable á · la impresión que se intenta producir, sin perder de vista la unidad que preside todas las circunstancias escogidas. :J . •. Los contrastes ó contraposiciones hacen resaltar admi– rablemente objetos y circunstancias, como en uu cuadro las sombras á la imagen. Una descripción elocuente siempre impresiona. · 448. Cuantos escritores han tratado de estudiar é in– vestigar.las bellezas y rasgos elocuentes de la Escritura Santa, no han podido menos varios de ellos al formar sus paralelos de llamar la atención sobre la magnífica descrip– ción que del caballo se lee en el libro de Job, muy superior á las que de él hicieron Homero y Virgilio, como entre otros lo observa Chateau!Jriand. Está en el cap. xxnx: «¿ Por ventura darás fortaleza al caballo, ó rodearás de relincho su cuello? ¿Por ventura le harás s;\ltar como las langostas? La