BCCCAP00000000000000000000265

FIGURAS PATÉTICAS Ó DE PASIÓN. 189 439. 4." Repetición. Resulta cuando una misma voz se usa al principio ó fin de algunos miembros de un mismo pe– ríodo. Las hay de tres clases: Necesarias, cuya omisión dañaría la construcción: Viciosas, que son inútiles y sin Llonaire: Elegantes, que adornan notablemente el 1liscurso. Es hermosa la que nos ofrece San Juan Crisóstomo en su discurso defendiendo al favorito de la corte, Eutropio, de las iras populares : u¿,lJónde está, dice, el antiguo esplen– dor de las más altas dignidades?... ¿lJóndc están las coro– nas y los brocados? ¿,JJóndc la alegría de la ciudad, las aclamaciones del circo y las lisonjas de los espectadores?... ¿JJórulc se fueron ? ¿,JJóncle están ahora los favoritos y los amigos del poderoso? ¿, JJónde sus viles aduladores? ¿ JJónde aquel enjambre de parásitos? 'fodo ha desaparecido como un stteño, corno una flor, como una sombra. No puedo, no quiero dejar de repetiros estas palabras del Espíritu Santo: Vanidad de vanidades y todo vanidnd." Es necesario leer todo este discurso para saborear la elocuencia y belleza de las variadas figums que encierra. 440. 5." Reticencia. Es cmuHlo el orador, omitiendo algunas frases que debieran completar el senti1lo, no con· cluye el pensamiento enunciado. Excluye toda afectación, y supone una grande pasión y modestia en el predicador, el cual da más á entender con aquella interrupción y silencio, que con todas las magníficas palabras. Ya ha dicho un cé– lebre poeta de nuestros días: uA veces el silencio es elo– cuente., Un orador después de manifestar los dolores de Mm~üt en la Pasión de su Santísimo Hijo, dice: uPor fin llegan al Calvario. El Ca7Axm·io... ¡ah! ¡señores!" Y con– cluye al instante con la final deprecación, sin pasar más adelante en la narración interrumpida. Todo el auditorio comprende que en la palabra C(tlva1'io se esconde una es– cena de sangre, ignominias y muerte; sentimiento que cual chispa eléctrica hiere y se apodera con rapidez del corazón de los circunstantes. Ya lo liemos dicho, en esta figura ha <le haber expontaneidail y vehemencia de pasión. 441. 6." Prosopopeya. Es llamada también personiji– cacirjn. Atribuye la vida y la palabra á toda clase 1le seres inanimados y áun á los que no tienen vida. Asu llamamiento

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz