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160 LECCIÓN XXIX. contesta el Sr. :M:artínez Sanz, porque el estilo resulta ,¡., los pensamientos, de la forma, de su expresión y del Ol'tll'll de las palabras en cada cláusula y en toda lit oraciún; .V siendo cosas indefinibles los pensamientos, las formas, laH expresiones y los modos de coon1inarlas, es imposible retlu cir y encerrar sistemáticamente en determinadas clasifiea-– eiones todos los estilos; así es que se han inventado ya, .r podrán inventarse, epítetos sin número para distinguirlos : admitimos, pues, la clasificRción rle estilo sumiso, medio y sublime como convencial, no como filosófica." Esto confirnm lo que en un principio hemos dicho sobre la prodigiosa va– riedad de estilos¡ sin embargo, esta clasificación está muy bien fundada, porque se ha observado que en los discurso~ oratorios generalmente domina alguno de estos tres género~. J<jl sum~~o para las cosas tenues ; el templado para las me– dianas, y el snblime para las grandes. Vamos á examinat· sus carácteres. l.-ESTILO SUMISO. 361. Este género, que es tan frecuente en las Santas Es– crituras, se <listingue por su claridad, exactitud, sencillez y naturalidad. Excluye tot1<1. afectación, y emplea únicamente los adornos naturales. Este género sencillo tiene encantos indecibles pm·a insinuarse en el corazón de los oyentes cnan– üo va acompañado ele la pureza en el lenguaje. Pues, como clice Capmany : "La sencillez es la parte ordinaria de la ele– vación de sentimientos, porque como consiste en mostrarse tal como uno es, las almas nobles ganan siempre en ser co– nocidas." Y sin duda á esta noble sencillez se debe en parte el gran fruto de los misioneros, sobre todo en sus pláticas doctrinales. Un párroco rlecia á sus feligreses en una Misión – que se daba á sn parroquia: "N oos insto si por alguna cansa no podeis asistir al sermón de la tarde; pero no consiento en manera alguna qne falteis á las instrucciones de lama– ñana. " Y todas las madrugadas asistía él personalmente {L las instrucciones familiares y sencillas de los misioneros. De tanta importancia las consideraba.