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lUSA NUEVA. PROFESIÓN. 131 :lOl. En la peroración hay que tener presentes algunas '"1 vertencias: l.• Se exhorta á la Religiosa á dar gracias á llio~ por uu favor tan grande, mientras 'J.Ue otras no lo han •·onseguido, y esto debe obligarle á la fidelüla•l, á la perse– ,·,·rancia para alcanzar el premio y la recompensa prometi– dn .. 2.• A los oyentes se les excita á que admiren tal abne– g·:H·.iím, á que ponderen tal sacrificio, y que renov;uHlo los l'otos del santo Bautismo, conformen con ellos su vi<la para 110 perecer en las olas amargas del mundo, y poder salvar :<Hs almas con la gracia que á todos concede el Dios <le las misericordias. 3." Debe tenerse estagrandeprecaución, 'J.Ue mientras se ponderan los grandes peligros del mundo y los beneficios de la Religión, no debe extremar tanto la cosa <¡ue los seglares salgan como desesperados de su salvttción, sino que en la peroración debe manifestárseles que Dios ha [IUesto muchos estados en el mundo , y que si cada uno cum– ple el suyo, con facilidad podrán salvarse; porque Dios da á eada uuo su abundante gracitt y continuo üwor. III. TO~lA DE HÁBITO. 302. Es muy tierna esta ceremonia, es muy conmove– dora ; las lágrimas asoman á los ojos de todos los circuns– tantes, y late fuertemente el corazón de los parientes y amigos. La tierna doncella huyendo del siglo, ha empren– dido su vuelo á la mansión sagrada de su Divino Esposo .Tesús; y el joven, domando sus fuertes y fogosas pasiones, cubre su cuerpo con el pobre saco de la penitencia. Se comprende á 'J.Ué altura !m de estar el orador si quiere co– rresponder á ht elevación de ideas y nobles sentimientos 1¡ue estos generosos actos exigen, si quiere ser fiel intérpre– te del corazón de la jóven que se despide del mundo, y de los asistentes que ya están notablemente impresionados. Cambio notable de vida; se deja la vida del siglo y se adop– ta la vida religiosa; cambio que se verifica con la mudanza del vestido, con el cambio del norebre. Hacer ver todas es– tas cosas, es el objeto del discurso en esta ceremonia, de las más célebres ele nuestra Religión. Admirable renuncia, true-