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SEJJMÓN DF. ~USl'ERIOS. 115 "'"·"''' lnz todos los ·Senos ele! alma, haga b~jar, pues, el pre– d¡o·,"lor su fuego sa~raclo al corazón cxeitanclo los más bellos .1 p11rio<imos sentimientos que de la consideraeiím del miste– ' io !trotan, como de tan celestial origen, y haga royivir en ,.¡ ;dula los afectos y sentimientos que el mismo mi sterio ll~>pira. «<•:J predicador faltaría completamente it ~n fin, olin•. t'l Sr. Hnn·o y 'J'udeht, si convirtiéndose en un lliser- 1 '"lor fl'io y es¡,eculativo, no hablase en este günero 1lc ser– "'"Hes más que á ht razón y á la inteligencia., 252. Muchos son los sentimientos que de la exposición · .¡,.¡ misterio puede despertar el predicador en el corazón de ¡,, •Jyentes : Amo1· por la bondad que encierra; Gratil111l 1'"'' los beneficios; Cmifian:a por las promesas; Sum.isüin por sus preceptos; A dnú1Ytción por su profundidad ; A lct– /J,r,J:rt por su gTancleza; T"eneraddn por su excelencia; JJe– ·'''":0 y pmpósitos buenos por su santidad ; Cánticos de ale– :fi·irt por sus glorias; y en fin tantas maravillas se encierran •·n ellos, que el consumado orador podrá excitar en los co– razones toda clase de nobilísimos sentimientos, clilr unción á ' ns instrucciones, y derramar sobre ellos aquel ttronHt suave •k piedad que, moviendo el corazím, embalsama las almas ,¡,~ CU<tntos le oyen, y les obliga sin violencia alguna á prac- 1iear la ley santa del Señor, inclinando su Yoluntarl á los ;¡ tectos que fluyen naturalmente de la consideración del ~~~ isterio. 253. IH. Hacer participar á los .lides dr· las umcias 'ft'e cnciC1'1Yt el rniste1·io. Si, como ya hemos dicho, en los 111isterios se comprenden tantos bienes y gracias, el predi– •·.ador debe acercar á estas cristalinas fuentes de salud ú t.udos los redimidos, pues no lwy !luda que de allí brotan torrentes de amor, salud y dicha. Para alcanzar t odo esto elebe tener presente: 254. l. • Hacer notar al auditorio las lecciones de virtud .Y perfección que el misterio contiene, ya en su exterior, ya en su interior, invitándolo í1 practicar estas lecciones ayu– •lado de J esucristo y su Santísima l\iadre. 255. 2." Demostrar á los oyentes cflmo y por cuáles medios consumaron ell\Iisterio Nuestro Señor y la Virgen Hantísima. Por ejemplo: ¿Cómo ha entrado Jesucristo á la