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PJ.;RORACIÓ!if. 107 IV. SÚPMC,\. 226. Regla 1." Al final es costumbre dirigir preces al \ ltísimo, ya con deprecaciones piadosas, ya pidiendo rnise– riconlia; porque habiendo visto el auditorio sn esta,lo, y ··onsiderado sus delitos, se mueve á pedir penlün á Dios. 227. 2." La paráfrasis de alg[m texto Lle los Libros San– tos, sing-ularmente de Jos Salmos, es muy á propósito ¡:iara limnar oraciones y súplicas muy adecuadas al intento, llenas de los más bellos y vivos sentimientos; pero para ello es necesario que haya pocos textos, que gradualmente vayan ··.reciendo en interes, y que el predicaLlor , convirtiéndose en intérprete de todos Jos corazones, encuentren todos en su lenguaje la viva expresión de aquellos sentimientos y emo– ciones de que se encuentran embargados. 228. 3." Debe evitarse el concluir el discurso ele un modo brusco é inesperado , como quien <ht un corte y... /w diclw: la Cfonclasiu"n debe preverse por el auditorio, <le m;tnera que al llegar no le sorprenda, siendo !liguo re– mate de todo el disc·nt·so oratorio. LECCIÓN XVIII. GÉNERO DELIBERATIVO. Homilía.. 229. Hay tre~ géneros de oratoria sagrada, á.los cuales se reducen todos los discursos <1ue el predicador ha de pro– nunciar, á saber : 1." Deliberativo, ó persuasivo, que es euando trata de pr:¡·sMulú· ú disuadí¡·; y á este género per– tenecen la ltomilia; scrmu"n I!WI'IIl, y miste;·ios. 2. o De-