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60 ,_. _\i:I.O~ :.!ARTiNEZ VALVERDE tropas e>}•<< !~ •;:C<;. c!e~emoa rcadas en Itn!ia para amparo del Ro– mano Pon : :~:.:e. Y aún más tarde, ya en 13\'>-!. más de 14.000 ;: ,:,:·~g:-:nvi' espaii.oies en magna compañía llamada " Peregrina– .::ó:: ::\" acional Obrera", .-:apitaneados por \·.:i:: :ió.ós Ob! ~poó' . :;e dirigieron a Italia, emba1·cados en flota que para ell-J org-ani zó la Compañía Trasatlántica. Al llegar a Roma, aún estaba can– dente la expoliación del "Poder temporal" del Papa; ellos iban sencillamente a la beatificación del Padre Cádiz, pero el gobierno italiano, lleno de recelos, extremó toda c:ase de precauciones: Aún recordaban la expedición armada española. Volviendo a la exposición de cómo el clero español siguió al Beato Diego, no puede dejar de citarse la actuación del de Za– ragoza, en donde todos los párrocos firmaron una delación que unieron a la suya, escrita contra las teorías del Dr. Nor– mante, llegando los canónigos a proponerse morir en defensa de la impugnación que de ellas hizo públicamente en los ejercicios el Padre Cádiz. · El Dr. Normante había publicado dos opúsculos, el uno lla– mado: Discurso sobre la utilidad de los conocimientos económi– co-políticos (1784), "Proposiciones de Economía Civil y Co– mercio" (1785) el otro. Ambos eran fruto de una Sociedad eco– nómica de las muchas existentes, y entre las teorías que len ellos se exponían, estaban: la recome~dación de la usura por convenirle al Estado; la del lujo necesario para sus aumentos; la condenación de las profesiones religiosas a los 16 años, por no ser convenientes ni al Estado ni a la Iglesia, y la del celibato del clero. La defensa de la autoridad del Romano Pontífice, llevada a cabo por el P. Cádiz con todo calor, atrajo sobre él la persecu– ción. Un Trinitario descalzo, iel P. Tirado, de personalidad des– conocida, es el que lanzan contra él sus enemigos temerosos de atacarlo de frente, eligiéndole como denunciante ante el Santo Oficio. Se acusó al Beato Diego de los conceptos que encierra el tomo IV de sus obras dónde, al decir de ellos, "se confunden los errores de los libertinos con las sentencias fundadísimas de los
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