BCCCAP00000000000000000000264

EL BEATO DIEGO DE CÁDIZ 57 gorías, rabiosos regalistas, deseosos de sacudir el poder de Ro– ma. La Colegiata de San Isidro, fundada en cierto modo como en reemplazo de la Compañía de Jesús, era Cátedra de doctrinas jansenistas. En. ella se distinguían los canónigos Don Joaquín !barra y Don Antonio Posadas. Otro, también de la misma Co– legiata, denunció las reuniones de la Condesa de Montijo, prin– cipal foco jansenista, y lo mismo hizo el prior del Convento del Rosario, Fr. Antonio Guerrero. En cm;a de la mencionada Condesa María Francisca Porto– carrero, mujer de letras que entre otras cosas había traducido las "Instrucciones Cristianas sobre el Sacramento del Matrimo– nio", se reunían entre otros el Obispo de Cuenca, Palafox; el de Salamanca, Tavira; el arcediano de Cuenca, Rodrigo Alvarez; Don José Yeregui, preceptor de Infantes, y los canónigos de San Isidro antes mencionados. El Inquisidor General, Obispo de Burgos, era jansenista, amigo de Godoy y por todo ello resultaba que protegía a los de– nunciados a la Inquisición por tales cosas. Así se explica que no les pasase nada a los eclesiásticos y que a la Condesa le bastase con "retirarse" a Logroño. Los tribunales locales, unas veces no se atrevían a proceder contra los jansenistas y regalistas; otras llegaban hasta favorecerles, otras eran vencidos por ellos como ocurrió al de Valladolid. Al Arzobispo de esta capital y al Obispo de Avila le fueron impuestos 4.000 y 8.000 ducados de multa respectivamente por su reacción contra los hermanos Cuesta que tenían revuelta la diócesis avulense y aplaudían las máximas de la Revolución Francesa según refiere Torres Amat. Una acusación contra el Obispo de Murcia y Cartagena de que en su Seminario, se hicieron defensa de unas tesis sobre el Santo Sacrificio de la Misa y sobre los Milagros, quedó impune, ter– minándose acusanrdo de ello a los Jesuitas, comodín <le cualquier censura. Al fin la reacción anti-jansenista se produjo, se les acusó como aliados de la impiedad francesa y de la falsa filosofía y se tradujo el interesante folleto del Abate italiano Bonola en que

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz