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54 CARLOS MARTÍNEZ VALVERDE despreciaron... "Vuestra tierra quedará desierta, vuestra. ciudades serán incendiadas, devorarán. los extraüos \·uestras regiones y será desolada, como la soledad que sigue a la Bata– lla'·. El relato de la visión es una completa profecía, la misma que la de "los males sin cuento" que habían de seguir, que en otras ocasiones hizo. La batalla a que se refiere la palabra de! Santo Profeta antiguo, no es sino la que está ganando la Revo– lución. Por fortuna el triunfo no era decisivo, habría de perder– se la guerra del Rosellón, había de ser invadida nuestra patria pero habían de quedar baluartes espirituales en pechos dificil– mente conquistables. Llegó a Madrid "amargo, caído y sin aliento". Pero la mis-· ma tarde empezó la Misión, eso muestra el temple del P. Cádiz. Mucho había caído la villa y corte de las Españas de Felipe Il. "¿Cómo se ha convertido en meretriz la ciudad fiel, llena de juicio?" Una vez que termina la Misión al pueblo, sigue predicando a los religiosos y a las cárceles. Un día le aborda una s,eñora de la Grandeza y le hace saber que gran parte de ella está deseosa de ".echarse a sus pies y encomendarle la dirección de sus torcidas vidas". Y que el deseo era mayor en aquellas per– sonas cuya vida hasta entonces había sido más disoluta. De todo esto dice Fray Diego a su Director.:, "Al fin amadísimo Padre de mi alma, yo entiendo que todo el Señorío es nuestro, entrado los hombres, aún aquellos más disolutos e infestados con los errores del siglo". De Madrid pasó .a Alcalá y allí sigue siendo muy visitado por la Nobleza, la batalla par·ecía ganada, pero en cuanto al elemento oficial se refiere ya es muy distinto. En la última Misión en Madrid, el Rey no le recibe, no vuel– ve a saber de la Princesa y tampoco viene a verle el Embajador de Rusia. Los Ministros volterianos y regalistas apartan de la Corte al P. Cádiz: ven en él un gran peligro para el desarroll() de sus planes. La batalla está en resumen, ganada por el enemigo para