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EL BEATO DIEGO DE CÁDIZ 53 primeros Ministros, los Grandes de España, las gentes ilustres, los eclesiásticos, los pobrecitos, en fin, todos, conmovidos, glo– rificando a Dios y publicando sus maravillas". El Rey tuvo con él conversaciones reservadísimas; cons– ciente de la clara visión de las cosas que tenía Fray Diego le consultó sobre graves materias de gobierno. La Princesa de Asturias también acude a él pidiéndole "el remedio de varias necesidades, especialmente de una, que sin milagro manifiesto no la tiene", dice el Beatoa su director. Y sigue: "pido particu– larmente a Dios por tres almas: Por la de la Princesa, por la de una señora muy alta y por la del Embajador de Rusia, griego cismático que se dispone a convertirse". Al ser propuesto para ocupar un Obispado, recibe uno de ios mayores testimonios de la eficacia de su obra: Con un gran sentido práctico contesta el Monarca: "Dejémosle en su Minis– terio, que así le tendremos por Obispo de todo el reino". Ello no hizo sino interpretar fielmente los deseos del gran Misio– nero que en el transcurso de su vida fué propuesto tres veces, para los obispados de Ceuta, lVIondoñedo y Cádiz respectiva– mente. Su humilde renuncia es recogida en el cuadro que se instaló en la Catedral de Sevilla, pintado por Virgilio Mattoni: Representa al Padre Cádiz, alzando la imagen de Cristo cruci– ficado; la vista baja, todo en él, ademán y expresión de modes– tia y teniendo a sus pies la mitra episcopal. Al año siguiente al de la misión en Aranjuez, vuelve a tener contacto con la Corte de Madrid, a donde le envía su Director espiritual, considerándole ya suficientemente preparado para la lucha a que le dedica. Llegó después de un viaje "largo y penoso" "que pude seguir la mayor parte a pie sin molestia, no obstante los fuertes y fríos vientos que casi en todo él nos han seguido", relata él mismo. Al contemplar la Villa y Corte tiene la visión de la Purísima vestida de Dolorosa y viene a su mente las palabras terribles del Capítulo de Isaías: "Oid cielos y escucha tú oh tierra, porque el Señor ha hablado". "Crié a mis hijos y los exalté mas ellos me