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EL BEATO DIEGO DE CÁDIZ 29 dicia mayor de lo que se ostent a a medias sin la relativa cas– tidad del desnudo, veladas por transparentes tules. Dice e! historiador Vandel del ambiente de París poco antes del adve– nimiento de Napoleón: "Los palcos tenían cuartitos reserva– dos contiguo, y era frecuente la acción de la policía en las calles para arrestar a meretrices y rufianes. Las representa– ciones teatrales, las danzas, la prensa libre de toda tasa menos en cuanto a la política se refiere, contribuían al vuelco y el ejemplo de una clase alta sin freno repercutía en la esfera baja, burlada por la fortuna". Y España era también fuertemente embestida; natural– mente no podía sustraerse de la influencia exterior sobre todo siendo Francia la principal propagadora de lo nuevo y tenien– do la inercia de copiar lo francés desde Felipe V. La invasión de las ideas y de las costumbres se llevó a efecto por el libro y el teatro. Pero así como nuestra Patria fué baluarte en la Reforma Protestante, lo fué también en esta Revo!ución, sien– do capitaneado el pueblo español no por sus gobernantes como en aquellos tiempos de Don Carlos y Don Felipe, sino por algu– nos hombres entre los cual€s abundaban los religiosos, algunos nobles conscientes de sus deberes del ejemplo, y una serie de impugnadores de lo revolucionario entre los que podemos citar a Rodrígufz Cevallos, Castro, Valcárcei, Pérez y López, Olavi– de, Jovellanos, Alvarado, Piquer, Hervás y Forner. Como orador del grupo coloca el gran Menéndez y Pelayo, autoridad competentísima en la materia, al Padre Cádiz. Este además fué consejero de muchos de los anteriores, se puede decir que sugirió a Don Vicente Va!cárcel una continuación de los "Desengaños filosóficos" , ir,dicándole los siguientes puntos sobre los que creía conveniente razonar: 1. 0 Sobre la necesidad de todo racional de vivir, según el fin para que fué criado ocu– pándose para ello de actos sobrenaturales. 2. 0 Sobre la insepa– rable conexión de la piedad con la racionalidad del hombre, para que sus pensamientos, escritos y operaciones sean con– forme a la verdadera filosofía o recta razón. 3. 0 Sobre la in-

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