BCCCAP00000000000000000000264

14 CARLOS MARTÍNEZ VALVERDE !aban de la ausencia del hogar, curaban a los heridos y a los enfermos, enterraban cristianamente a los muertos y prepara– ban a todos a dar la vida, con el estoicismo de mártires, si a ello eran designados por el divino mandato. Pasa fugaz la visión de la Independencia, también guerra de Ci'uzada como Ja de la Reconquida. Aún surge otro de esa e;;pecie :. junto a los jinetes, se levanta una columna rematada por la figura die la Virgen en una advocación purísima que pot· extraña contradicción se exalta en el siglo XVIII cuando cre– cían los errores y dominaban los deístas y los ateos. Es un mo– numento al triunfo de la Fe y junto a él fueron sacrificados por la suya, en los comienzos de nuestra última guerra civil, los padr\es capuchinos de este convento que hoy descansa en la tarde entre nostalgias de cipreses y rayos de sol poniente. Los "males sin cuento" que profetizó el Beato Diego José de Cádiz como castigo de la impiedad, han alcanzado sin duda hasta nues– tros días en que primero la revolución y luego la guerra asolan al mundo olvidado de la verdadera fuente de la felicidad: Cumpli– miento de la Ley dictada en el Sinai y el ejemplo vivo del Le– gislador entre los hombres. Al conjuro del llamar con la tradicional salutación a María, se me franquea la puerta del convento. En su huerto se respira la paz, parece un balcón que se asoma al mundo. s~ explica la razón de su situación. Parece un bastión de un verdadero Cas– tillo del Bien, desde el que se observa y se vigila el enemigo campo: la ciudad, y desde el que se mandan al ataque a los des– tacamentos; formados éstos, no de terribles escuadrone~ ar– mados de mortíferos hierros, sino, cada uno, un humilde capu– chino que recuerda a "Fra Essempio", predicando con su re– cogida actitud en el desenfreno del carnaval. Que recuerda a nuestro Beato gaditano, en la inmutabilidad del hábito de la Orden. Del "Castillo" capuchino de Ronda, partió aquél repetidas veces en incursión del Bien a los lugares del Mal. Desde allí cru– zándoles fué a Compostela: Atravesando España llegó a la tierra

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz