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116 CARLOS MARTÍNEZ VALVERDE "Estos niños y jóvenes__,....<iice-están perver.tidos hasta un ex– tremo increíble, no sólo en las costumbres, mas también en la religión". Ahí se ve cómo el enemigo trabajaba a los futuros Oficiales de las Armadas de España, pues también en el Ejér– cito de Tierra sucedía y era un camino seguro pal'6 la obten– ción de sus objetivos. "Clamaban sus jefes.,...-continúa-por que les dijese algo separadamente; hícelo así, y Dios se dignó dar– me claridad, libertad modesta y caritativa, fuerza, oportuni– dad y eficacia. No he sabido sus resultas". Ahora si lo sabemos: catorce años más tarde eran Oficiales y Jefes estos Guardia– Marinas, y bien conocida es la actitud de la Armada Naval en la guerra de la Independencia, combatiendo heroicamente en las cubiertas de los buques y en los campos de batalla. De El Ferro! pasó a Lugo y Mondoñedo, de allí a Asturias y siguió el viaje de Misión en ella y en las Castillas. La estan– cia en Galicia, como queda dicho, fué para el Padre Cádiz una de las grandes pruebas : un duro campo de batalla contra un medio hóstil. El recorrer estos lugares en que tanto sufrió, vi– niendo además de la esplendorosa Andalucía donde él vió la luz primera, supone una auténtica peregrinación desarrollada paralelamente con este trabajo, empezado también allí como su vida. Inspirado en la Imperial Cádiz, no lejos de su casa natal, principiado en la Ciudad de frontera de Antequera, encuentro que es el mejor final este recorrido en Santiago de los lugares de su paso, en aquellos días en que el Beato pareció recibir la ayuda sobrenatural del primero de los Capitanes españoles, del Señor Sant-Iago. En Compostela, trono de Hispanidad y .preci– samente un año jacobeo, año santo de .jubileo en que por ex– traña coincidencia se conmemoran el milerrjo de Castilla, ·pri– mer paso, pese a la secesión que ello supone, de la creación del espíritu nacional y el Centenario de Fray Diego. Al propio tiempo que realizo mi peregrinación jacobea, materializo algo de la del Padre Cádiz, seguidor infatigable del hijo del Zebedeo.

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