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204 B!DATO DIEGO JOSE DE CADIZ medial' las quiebras de nuestra salud temporal 'e ex– tienden; motivo (es este) por el que la Iglesia nu<estra 1\iadre la apellida Salus infirmorum. Y san Juan Da– masceno, oficinado depósito, y botica universal para los enfermos, y fuente perenne de curaciones. San All>erto l\llagnu umbraeulum infirmurum . Así lo creía, y así lo experimentó el devoto que of1·ece estos cultos. Yo omito decir, que logra la salud (habiendo padeci– do) una aguda y peligrósa euJ'ermedad, por ruegos <l e nuestra amadfsima Madre del Amparo, y porque os supongo instruidos de esta Iwl.it:ia. Así puedo repetir con el santo dey : Tu es refugium meum, etc... .I<.:sto me da motivo para decir, se extiende el ¡wderusu am– paro de mi Señora hasta socorrernos en estas urgen– cias para así enseñarnos a evitar estos males, evi– tando caer en la cuiJ>a, o llorando las pasadas. Diré, pues, que María Santísima,, mi Señora, cxt.iende su protección y amparo hasta ser nuestra salud en las enfermedades. Primera ¡~:trte. Que para evitar es te mal y lograr este bien, es medio (hay que) proeurarlo, aJ>licando el remedio a la rafz, <1ue es la culpa, llo– rando las pasadas y exeusando las venideras. Yctl aquí el morlo de agradecer sus beneficios. Ave .María. 1.• parte. Publicar el poder, virtud y gloria del liienhechor, obsequiarle, servirle y alabarle fue siem– pre raro indicio de ror·az<Jn agrade!:ido .. .. Vese claro t.!fl Jas expresiones del cieg·o de nacimierito, a <¡uicn dió la vista nueslru Hedentor. Más· e laru, en ar¡ucl samaritano leproso, a quien eon otriJs nueve nuró ni Sciior. Hir. .rBgresus eHt cun1 magna vuee nlag– uifieans Deum (Luc., 1·7, Hi ). Aun .mús eC<¡rrcsiva– rnent.c (se ve ) en la suegra de san Pedro, la <JUC ape– nas se ve Jilire de su aeeidentc, se lcvanló a servir y <~hscquiar en su mesa a su liller\arJnr. Lúzaro parcee ha.eer olro tanto. Lo eun1.rari,, es reprobado y repren– dldn en San! y David, y 011 lodo PI anl.iguo puehlo. Libre d.n esta culpa, ofreen el favoJ'(wido dP, mi Heliora~ ('.omo otro David, sus votos n (' .ulf.us a la Hefio¡·a eu presencia de todo el pueblo, puhlieando que ella fué su Amparo en la tribulaeión de la enfPrme.dad que le aquejaba, y <rue vcrdaderamenl e es grande su podrr. l>ll<'S H<~ cxliende ltasta dar v ser nuestra salud en las nnfer·medades, sean estas 'eorpül'ales o rspii'ituales. I:·n l''slas nn c·.ahe duda, .rorque si f:'l1n~ s on dn igno-

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