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lus Emsrnos, de los 1\iclanloucs, de los puritanos, con la dmsma de otros much os herejes que se oponen a este jus t.bimo y religiosís imo, cristianísimo, culto y obse<¡uiu (t¡ue aamos) a nuestra divina Señora, pues )·a los tienen (quomado ) do sus clarísimos errores y de~aliuus. Nosotros, l1ijos, debemos obsequiarla (con ) ol mayor culto que, después de D ios, se puede dar a una pura criatura, que es el <¡ue ll amamos de dulia. Esto s irva de punto de dod riu a, a u tes de pas ar a (probar el ) . Pero, ¿dónde vuy, divino Jesl'ts sacramen– tado .. '! A nues tra Señora. A"c Maria. Todas las <:usas puso el cierno l'adre en las ma– nos ele su nnigéuitu Hij", <!ll<' son (dos palabras que– mada s); así e l Hijo JIU SO c 11 manos de su santísima llladr·e •maulas v ert.enc-ecn a l beneficio de todas las t·.ri atnras. Doctrina es esta de los santos Padres. El podf!t' de la Sefit.ll'a y s u efieacia (a n1í) 1ne parece, o llo hallo HJOjur PX_presit'nt en las divinas .Eserituras que la de Asueru para E s iPr (Est her regina ¡, quae est pe– lilio tua'l Eliam s i dinridiaru partem regni ni pétieris, tlaltitut· libi. Esllr. ,.. V. v, :J ) . Jl~ l n:>inu dl· Dio.s, diee David, es la ,·cr·dad, o la jusli¡·.iu, sin dP.jar la miseri<:ordia, entre¡,;{> u depos itó ésla 011 su .1\'l adr·t~ santh;im a, y así eunro ..I::8LPr logró Ja libertad de su pueb lo (p idiéndola ), no menos la santísima Sefiora (obtiene ) t:uan lt> pide (a s u· Hij o) . Omito las sentencias de los Pa-d res por no ser mo– lesto, pues cualt¡nient estudioso, ptn' ¡meo qu e sepa, las ha ll arú a cada pasu. E~la ot'ic·.acia 1nanifestú Cristo nueslr·o Soflor, cua rHI<• dijo: Data est lllilri onmi s polcstas in coc lo eL in tena. Pues lo mismo puede dceir de sí, y derir nos– otros ele nuestra divina Señora. Dice san .Pedro Da– miano (Scrrn . H, qui esl 1. 0 in i\'ativ. n. V.) que aun – t¡ue HO es al>so lulan~<•Hit•, pur<¡uc es de Dios, pero en pndir, dice otro .P., t iPnt• l'uena u cficae ia insup era– hl e, ele. (Gregu. Xieoru. de ubl. Dcip ) !.anta. qne dice un doctor venerable, que si pidi era nHa eosa , y todos lus santos se opusieron, o pidieran lo eon l.rario, la Se iiora prevalecería y lograría so la lo r¡ue a tod ns se les negaba. ¡,Qué más? Oid. Habla Dios por Jsnias y le manda que un hij o que le ha nac.ido, le ponga por nurnbrc Date prisa (justo c.as tigo ) y prosigue el Señor como hablando del Me sías, que anLes que pueda nom-

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