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·- 82- ticas fiestas que con motivo de los bautizos so- . lemnes· que a los catecúm'enos ya adultos e instruídos en los principal,es rudimentos de nuestra fe católica ha administrado el Hus– trísimo señor Vicario Apostólico de La Goaji– ra; por esto nos abstenemos de semejante re– lato· y vamos a entretenernos en pormenores de especial 1 interés. Organización del,Orfelinato. El Orfelinato de San Antonio, desde el pri– mer día que ll.egaron las Religiosas Capuchi– nas, Misioneras. de La Goajira, con las niñas indígenas Carmen y Amalia, está sujeto a una perfecta organización, la cual sei:ala, a modo de col.egio, las horas de levantarse, oír misa, desayuno, escuela, almuerzo, recreo, trabajos manuales, comida, juegos, oraciones de la no– che v retozo. M-uy exabrupto parece el método, dado el modo de ser de los indios, quienes a no ser es– clavos, muy poco, casi nunca, oyen sus oídos la voz del mandato, y mucho menos la de la corrección; sin embargo, la voz de la campana los reúne en cada acto, .y la voz de la Hermana !.os amonesta sin que se rebelen o quieran ahor– carse, como lo hacen cuando por sus mismos padres son corregidos. El Orfelinato de San Antonio tiene para su gobierno y dirección un Padre Capuchino, en– cargado de la parte espiritual, y un Hermano lego, 1ue hace escuela a los niños y los vigila y cuida en todos !.os actos de comunidad. Res– pecto a las niñas, hay dos Hermanas maestras que mutuamente llevan el peso de la escuela, de la enseñanza, de las labores, de la vigilan– cia y disciplina; una Hermana encargada de la .administración, y la Superiora, que tiene la su- prema vigilancia de toda la casa.