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~77- puesto que pasaría por terrenos ampliamente desmontados. . Por todas las anteriores consideraciones es de suponerse que tanto el, Gobierno Nacio– nal como el Departamental no serán indiferen– tes al proyecto del Reverendo Padre Segismun– do, y que le prestarán su apoyo auxiliando la empresa del camino a la Nevada. Soy del señor Gobernador atento, ~eguro ser– vidor,· Fernando Espejo, Ingeniero Oficial. Santa Marta, mayo ro de 1910. LOS ORFELINATOS Hace años que le preocupa al Gobierno la cuestión Goajira, no resuelta toda vía después, de varios siglos en que el Gobierl1J) de la Nación española y el de la actual República han inten– tado resol.verlo. Tan salvajes viven hoy los goajiros como en tiempo de Federmann; tan libres ele la tutela del Gobierno v tan refracta– rios a toda reliP"ión como lo fnéron en épocas anteriores. El roce con lps .civilizados no ha humanizado sus costumbres: al contrario. les ha hecho perder la hermosa sencillez selvática que caracteriza al indio cimarrón y que tánto atrae al misionero católico cuando por vez pri– mera se presenta en medio de ell,os, dificultan– do extraordinariamente su cristianización los vicios y malas artes que como falsa mercancía les han llevado los mercaderes sin conciencia. Este mal no es el único en La Goajira, y no fuera tan incurable si no lo acompañara el gé– nero ele vida que llevan, oblig-ados a vagar de un punto a otro ele la península por la escasez de aguas, que l,os obliga a vivir errantes detrás de sus ganados. Es pues el goajiro en su Goa-