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-73- de la finca, y del 1 joven Rafael, hijo del señor· Fly, pasámos una noche confortable, como des– pedida de la que a toda intemperie y bajo Jos árboles de la montaña tendríamos que pasar en la excursión que íbamos a emprender. A las ocho de la mañana del 4 emprendimos marcha, caminando cerca de una hora por den– tro del cafetal en la dirección sur, y faldeando· el San Lorenzo; atravesámos uno de 1 1 os contra– fuertes ,de dicho cerro, para tomar la dirección nordeste, entrando en ~a falda sur del mismo ce– rro. Este camino, que termina cerca ele las ca-– beceras ele los ríos Córdoba y M~ncliguaca, fue abierto por el señor Fly en una extensión ele cuatro leguas, con el objeto ele facilitar el trans– porte de una pepa producida por una palma que en gran cantidad se encuentra por toda esa re(2:ión. Esta pepa, que el scí1or Fly creyó ser la tag ua o marfil 1 vegetal, lleva el nombre ele mapora, que es una planta leñosa, tronco no ramifi cado, hojas graneles flabeliformes, flores diclina s y fruto pequeño sobre el perigonio persistente, con el enclosperma muy duro. De este camino se ha aprovechado el Reyerenclo Padre para poder adelantar sus exploracio– nes con el objeto ele determinar por medio ele trochas los principales puntos por donde debe trazarse el, camino ele herradura que ponga en comunicación a esta ciudad con la de Ríoha– cha. pasando por los principales pueblos ele los indios arhuacos. El camino ele que habl,o· se encuentra en muy mal estado, debido a que fue abandonado de sde su principio por rÍo·– tener objeto, pero se puede transformar en un buen camino de herradura haciéndole alguqas· v<rriantes y arreglándole algunos pasos mal,os. A las 'nueve ele la mañana 1\egámos a]. pri– mer tambo construido por el. Reverendo Pa-– dre, y no encontrando a éste allí, resolvimos se– guir en su busca para alcanzarlo, lo cual conse- – guimos a la una de la tarde en el segundo tam– bo, al finalizar el camino ele que he venido tra- -