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--49- otras pequeñas industrias desarrol;ladas al am– paro de este cultivo. En la misma zona del café se desarrolla ad– mirabl,emente el naranjo, y sus frutos son más dulces y aromáticos que los de tierra caliente. Las condiciones climatoLógicas de la Sierra Ne– vada .son superiores a las de Jamaica. De esta isla se mandan a los Estados Unidos y a Ingla– terra barcos cargados de naranjas. ¿Porqué nosotros no hemos de convertir en un vergel nuestros bosques, dándoles e~ perfume del aza– har, que mataría las nubes de insectos que pue– blan esas espesuras y acarrean la muerte a nuestros sufridos ,trabajadores? La belleza, poesía y encanto de las Provincias valencianas proviene de sus campos convertidos en verge- 1es: la tristeza está desterrada de aquella tierra . fecunda, sana, alegre y poética. Em·bel,l.ezca– mos nuestra Sierra Nevada con los huertos de las Hespérides, con el aroma de sus flores y el dorado fruto de sus árboles. La reina de las frutas tropicales, que se des– arrollaría admirabliemente en la cordillera, es la chirimoya, de la familia de las anonáceas, conocida en botánica con el nombre de anona chirimolia, Lamk., propiá de clima templ~do. Donde existe esta fruta quedan relegadas las demás a segundo término; sus condiciones, su aroma la hacen superior a cualquiera otra fru– ta tropical. El chirimoyo crece bien en los te– rrenos arenosos y frescos de clima templado, entre los I,ooo y I,6oo metros de altura. Pueden plantarse grandes extensiones de te– rreno para explotar este fruto, que daría tan pingües rendimientos como los demás árboles frutales. El, aprecio que se hace en Bogotá de esa fruta y el precio subido que tiene en et mer– cado la hacen objeto de lujo, al alcance única– mente de los ricos. Su cultivo en la Nevada po– dría unirse aL del naranjo, ya que ambos exigen un mismo clima. Sierra Nevada-4

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