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-45- ele nuestras fronteras y civil1ización de los Te– rritorios del Caquetá y del Putumayo. "La Iglesia y el Clero-que siempre han es– tado a la cabeza en toda obra de civilización,-y que en nuestra Patria, en todos ]¡OS tiempos, han sido iniciadore~, cooperadores y obreros fecundos, no tan sólo del. bién espiritual de las almas, sino también de la felicidad de la socie– dad, de la dignidad de los pueblos y del honor y seguridad de la Patria,-por inicia tiva del Il,ustrísimo y Reverendísimo seflor A rzobispo P rimado, y bajo su sabia dirección, quieren co– adyuva r a las benéficas empresas iniciada.s por los cel0sos Misioneros del Caquetá, los cuales, mediante sus esfuerzos y evangélicos trabajos, conocen las necesida.des de aquellas apartadas coma rcas, su topografía, sus riquezas ingentes, que han clespertad'o y mantienen vivas sobt·c nuest ras fronteras del Sur t enaces ambiciones, codioias inquietas, d esapoderadas invasiones, con las cuales en estos· momentos se ha aLar– mado justamente el sentimiento público y se ha lastimado el patriotismo, tan hondo, tan d e– licado y tan sensible entre los colombianos. "El fomento de las obras emprC'tldidas y de– seadas por !,os Misioneros en aquellas coma rca,s, su ensanche y su adelantam iento serán med io rápido y seguro para atajar el n1al, levantando infranqueable barrera a la ambición, fijando nuestras fronteras, y ex tendiendo hasta ellas la soberanía de la N ación. S i se presta valor y al.iento a los Misioneros del P utumayo y del Ca– quetá, ellos podrían emprender g raneles culti– vos, acometerían fundac iones, levanta rían ca– sed os, aldeas, y hasta ciudades, centros pode– rosos ele población, baluartes, puertos avanza– dos de civilización y de defensa. Con un cor– dón de poblaciones y ele pl antíos tendidos so– bre la frontera toma ría Col.ombia posesión del territorio y ha ría valer sús derechos ; de esos cen t ros saldrían hoy ag ricul tores, y mañana solda dos vigilantes sobre la frontera, y recur-