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-36- hoy alabamos y bendecimos en el bachiller gra– nadino. Cuando veáis terminada la obra y re– corráis la Sierra N evada montados en brioso cabé(l!o, y adm 1 iréis sus bellísimos paisajes, y gocéis el, clima delicioso, y sintáis nueva vida en vuestras arterias, y desde Jos picos del Na– blui contempléis el mar Caribe, y lleguéis con vuestra vista hasta la ciudad de Curazao, y di– rijáis vuestros ojos a los innumerables barcos que recorren el mar en busca del. puerto de San– ta Marta, entonces bendeciréis las locuras de Jos Misioneros Capuchinos, que os dieron un camino por la Sierra N evada, después de cua– trocientos años ·de descubierta. Colonización de la Nevada. Es inútil pensar en col,onias agrícolas sm abrir primero caminos que .den a conocer los terrenos cultiYables y que reúnan las condicio– nes necesarias del caso. Por esta razón fracasó M. Juan Elías Gauguet con su colonia el año 1873. Escogió lo peor de !,a Sierra para fundar– la: un bosque virgen, clima cálido y húmedo. Las fiebres y la plaga acabaron con todos Jos individuos de la colonia. Elíseo Réclus cuenta él fnismo su fracaso ele colonización; y otras muchas incipientes colonias, tanto nacionales como extranjeras, fracasaron por idéntico mo– tivo. En el folleto publicado últimamente por el el octor José Manuel.Goenaga sobre colonización ele la Sierra Nevada se pueden ver los trabajos que en ese sentido se han intentado: el,año 1845, el Coronel Joaquín Acosta, los Presidentes I-Ie– rrán y Mosquera, el General Obando; el 1872, el doctor RamónGoenaga;el año 1882, el inglés Mr. F.A~ Simons;en 1884,el mismodoctorJosé Manuel Goenaga. El año 1891 el doctor Ramón Goenaga confió una comisión al Conde de Bret– tes para la colonización ele La Goajira y Sierra Nevada, pero nada ele esto ha tenido resultado S<l tisfactorio, pudiendo muy bien repetir ahora