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-22- tan al norte de este gran Continente, parece que el movimiento de la tierra se inició levan– tandv la primera cadena de montes, cuyas ci– mas son las Antil~as, y cuyas bases parece es– tán en la cordillera submarina que sirve de lí– mite al mar Caribe, cadena que indica .bien que por allí se ha comunicado el movimiento a la gran Cordil,lera de los Andes, que, en mi con– cepto, es la cadena oriental. La Sierra Nevada de Santa Marta viene en seguida como otro punto culminante ·del gran levantamiento de la tierra. Continuando este movimiento de la tierra de Norte a Sur, se explica bien que las corrientes ígneas, combinadas con el, enfría– miente: de ia tierra, dieron origen a este Con– tinente. De este modo los terrenos primitivos de Nueva Granada se leyantaron simultánea– mente con los montes de Parina, que en la par– te septentrional dieron origen a la formación de la América. Mineralogía. La riqueza mineralógica de la Sierra Neva– da es muy problemática. N o dudo que los es– pañoles explotaran unas importantes minas de oro en el valle de Palomino y de que sean ciertas las noticias de Fray Pedro Simón y de Zamora sobre las minas de la Nevada: Muchos son los denuncios de minas que se han hecho, principalmente de oro, en estos últimos trein– ta años. Por exigencias de un naturalista fran– cés mandaron los Misioneros Capuchinos a París algunos ejemplares de rocas de la Neva– da, para analizarlos, y en los ensayos se notó la presencia del oro. No hay duda · pues de que existe el precioso metal en la Sierra; y los ejemplares que debe de tener este Departamen– to como pruebas del denuncio confirmarán su existencia. ¿Porqué no está convertida la Sie– rra Nevada en una segunda Antioquia? ¿Por– qué se explotan las minas de Marmato, las de Santa Ana y otras muchas de la República, con

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