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SALUDO: Te saludamos desde la Amazonía. Representamos a un pequeño grupo de los que trabajamos en la selva amazóruca del Ecuador, en la Prefectura Apostólica de Aguarico. Estamos contentos de nuestra suerte en Cristo y hemos disfrutado muchas veces de la convivencia familiar entre pueblos primitivos como los Huaoraru, los Sionas, Secoyas y Quichuas. . Hoy queremos compartir contigo los motivos de esta alegría misionera, transmitiéndote las grabaciones de nuestros últimos viajes misioneros. Pero antes queremos decirte que hemos hecho opción: 1.- Por las minorías étnicas como centro de la predilección del reino de Dios. 2.- Opción por la encarnación en el mundo indígena con su cultura y sus valores. 3.- Opción por la comunidad cristiana autóctona y las fonnas ministeriales que le sean propias; reconociendo la profunda riqueza de cada pueblo con sus valores, aportes originales y diferentes. 4.- Opción preferencial por aquellos grupos que están en situación de emer– gencia y en riesgo de extinción o extenninación biológica y cultural. PROBLEMA DE FONDO: Acostumbrados con el patrón común del cristianismo occidental no nos pasa por la cabeza que se pueda vivir la fe en Cristo de modo diferente al que vivimos en nuestra cultura. Pretendemos llevar a Jesús empaquetado en una cultura diferente al indí– gena y muchas veces hostil y por ello Cristo no es aceptado, comprendido, ni asimilado como Buena Noticia sino mal interpretado y hasta rechazado. PABLO Y PEDRO NOS DAN LA RESPUESTA: Cristianizar y no judaizar - las prácticas tradicionales- la circuncisión no tienen nada que ver con Cristo que debe ser anunciado como Buena Nueva. EL MISTERIO ESCONDIDO EN DIOS: Dios crea todas las cosas en Cristo y para Cristo; todo está orientado hacia Cristo, también la historia de los pueblos primitivos: Quichua, huaoraru, siecoya, siona, cofán. Por eso Pablo anunciando el Evangelio a los paganos de Atenas, ya no apelaba al Antiguo Testamento de los judíos, sino al Antiguo Testamento de los propios paganos, es decir al mito y la historia que marcaba la vida de Atenas. La revelación del misterio escondido de Dios (Efesios) consiste precisamente en ese descubrimiento del horizonte uruversal de salvación: desde la creación todos los pueblos están destinados por Dios hacia Cristo y cada uno en su propio lugar. Por tanto en la vida de los indios ya está trabajando Dios, conduciéndolos hacia Cristo. 316