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Los actos que se oponen deliberadamente al derecho natural de gentes y las órdenes que mandan tales actos son criminales y la obediencia ciega no puede excusar a quienes las acatan. Entre estos actos hay que enumerar ante todo aquellos con los que metódi– camente se extermina a un pueblo, raza o minoría étnica, lo cual hay que conde– nar con energía como crimen horrendo ; se ha de encomiar al máximo la valentía de los que no temen oponerse abiertamente a los que ordenan semejantes cosas {ldem. n. 79). Teniendo presente cuanto antecede, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana exhorta encarecidamente a todos los personeros tanto nacionales como extranje– ros que tan denodadamente trabajan en esta magnífica empresa del desarrollo nacional en nuestro Oriente, que tengan siempre presente este derecho de gentes y, en cuanto sea posible, posterguen los estudios de las regiones contiguas a las mencionadas tribus. Al mismo tiempo alienta, aplaude la heroica labor que están realizando las Misiones tanto católicas como el Instituto Lingüístico de Verano y que nos brindan fundadas esperanzas de una pronta integración de todas esas tribus dentro de la ciudadanía ecuatoriana. Hacemos los más fervientes votos para que con la bendición de Dios y la fraternal comprensión y mutua ayuda de todas las entidades empeñadas en tan magna empresa, esa esperanza se convierta en una verdadera realidad, facilitando que en nuestro Oriente todos los ciudadanos ecuatorianos vivan como verdaderos hermanos e hijos de Dios... Quito, Arch. fcles. 7.0. 3. MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL 1 MONS . LABACA Quito 7 de noviembre de 1969. El Sr. Ministro solicita o/ Prefecto Apostólico de Aguar/ca atención religioso poro el sector Santo Cecilia pese a conoCer que no le corresponde Jo zona. ...Haciéndome eco de una inquietud del Excmo. Señor Presidente de la República, en el sentido de que el Nororiente ecuatoriano, específicamente el sector de Santa Cecilia, asiento petrolífero de vital importancia nacional, se halla en la actualidad desprovisto de atención religiosa y siendo necesaria la asistencia espiritual para los colonos y pobladores que residen en esta región de nuestra Patria, me permito encarecidamente solicitarle a Usted, se digne informarnos, si facilitándole el transporte correspondiente, la Misión Capuchina estaría dis– puesta a prestar esta atención; pese a que no le corresponde esta zona... Quito, Arch. Ecles. 3.18. 4. MISION CAPUCHINA 1 Dr. )OSE MARIA VELASCO !BARRA, PRESIDENTE DE ECUADOR Quito enero de 1972. 298

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